Un estudio de nefrólogos del Hospital Clínico San Carlos de Madrid demuestra la eficacia de la ciclosporina como tratamiento inmunosupresor en los pacientes renales trasplantados infectados con COVID-19


Un estudio de nefrólogos del Hospital Clínico San Carlos de Madrid demuestra la eficacia de la ciclosporina como tratamiento inmunosupresor en los pacientes renales trasplantados infectados con COVID-19
NOTA DE PRENSA


UN ESTUDIO REALIZADO POR NEFRÓLOGOS DEL HOSPITAL CLÍNICO SAN CARLOS DE MADRID DEMUESTRA LA EFICACIA DE LA CICLOSPORINA COMO TRATAMIENTO INMUNOSUPRESOR EN LOS PACIENTES RENALES TRASPLANTADOS INFECTADOS CON COVID-19


El estudio también destaca la menor mortalidad registrada en los pacientes con trasplante renal afectados por el virus que recibieron tratamiento de inmunosupresión con ciclosporina.

En la investigación se analizaron un total de 29 pacientes trasplantados renales ingresados por COVID-19 en el hospital madrileño entre el 15 de marzo y el 24 abril de 2020, en la que se compararon los resultados entre los que recibieron ciclosporina como tratamiento inmunosupresor frente a aquellos a los que se minimizó la inmunosupresión.

La mortalidad en el grupo de pacientes que recibió ciclosporina registró un 12,5%, frente al 50% registrada en el grupo de minimización de tratamiento inmunosupresor.

Además, el estudio señala que no se observó un deterioro de la función renal o datos sugerentes de rechazo del trasplante en los pacientes que recibieron el tratamiento con ciclosporina.

Este estudio se ha presentado en el 50º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), en el que han participado más de 1.500 nefrólogos, expertos e investigadores de España y otros países.



Madrid, 30 de noviembre de 2020.- Una investigación realizada por profesionales del Servicio de Nefrología y del Hospital Clínico San Carlos de Madrid ha demostrado que el tratamiento inmunosupresor basado en ciclosporina es eficaz y seguro en los pacientes trasplantados renales que han sido infectados por el virus SARS-CoV-2 (COVID-19). Asimismo, el estudio asoció la aplicación de este tratamiento de inmunosupresión a una menor mortalidad en los pacientes con trasplante renal que se vieron afectados por el nuevo virus.

La ciclosporina es un medicamento que pertenece al grupo de los inmunosupresores, ya que reduce la acción del sistema inmunitario, y que se utiliza para disminuir las reacciones inmunológicas del organismo frente a sustancias extrañas, como los microorganismos que causan infecciones o los órganos trasplantados.

En este sentido, el estudio realizado por los expertos del Hospital Clínico San Carlos se desarrolló con el fin de analizar la utilidad de este medicamento como tratamiento de inmunosupresión en el paciente trasplantado renal con infección por la COVID-19, teniendo en cuenta sus beneficios teóricos antivirales frente a este virus, así como el efecto inmunomodulador que podría controlar la cascada de citocinas, tan agresiva en esta infección.

Para ello, la investigación analizó a un total de 29 pacientes trasplantados renales ingresados por COVID-19 entre el 15 de marzo y el 24 abril de 2020, en la que se recogieron datos demográficos, analíticos y clínicos al ingreso y durante el proceso de la enfermedad, y se compararon los resultados entre los pacientes que recibieron ciclosporina (23 pacientes) como tratamiento inmunosupresor frente a aquellos a los que se minimizó la inmunosupresión (6 pacientes).

El estudio, que se presentó en el 50ª Congreso de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) celebrado del 6 al 9 de noviembre, registró unos resultados positivos en cuanto al índice de mortalidad entre los pacientes que recibieron el tratamiento de ciclosporina. La mortalidad global de los pacientes analizados fue del 20% y en un 17% de los casos precisaron ventilación mecánica. No obstante, los resultados fueron muy diferentes en función del tratamiento recibido. Así, si en el grupo de minimización de tratamiento inmunosupresor la mortalidad fue del 50%, en el grupo de pacientes que recibió ciclosporina sólo se registró un 12,5%.

El estudio también señala que no se observó un deterioro de la función renal o datos sugerentes de rechazo del trasplante en los pacientes que recibieron el tratamiento con ciclosporina.

En conclusión, los autores destacan que el tratamiento inmunosupresor basado en este medicamento puede considerarse una terapia efectiva y segura en los pacientes trasplantados renales con infección por SARS-Cov-2, con un importante índice de menor mortalidad en relación a otros tratamientos con inmunosupresores. Asimismo, señalan la necesidad de validar los resultados alcanzados en este estudio con otras investigaciones en la que se incluya una muestra mayor de pacientes.

50ª Congreso de la S.E.N.
Esta investigación se ha presentado en el 50ª Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.), celebrado del 6 al 9 de noviembre de forma online. Se trata del mayor encuentro de nefrología y enfermedades renales que se celebra en nuestro país, en el que han participado unos 1.500 médicos nefrólogos, expertos e investigadores de España, y otros países con el fin de poner en común y abordar los últimos avances, investigaciones y estrategias para una prevención más eficaz de la Enfermedad Renal Crónica (ERC), así como para la mejora en el tratamiento de los pacientes renales

La relación de la COVID-19 con las patologías renales y sus consecuencias sobre los pacientes que tenían algún tipo de problema en el riñón, o que tras padecer la COVID-19, se han visto afectados por complicaciones o la aparición de patologías renales, ha centrado una parte importante del debate e intercambio de conocimiento y experiencias que se ha desarrollado en el encuentro. Además, el Congreso de la S.E.N. ha pretendido ser el altavoz para sensibilizar a la sociedad española sobre la importancia de la Enfermedad Renal Crónica, una patología que a pesar de afectar a unos 7 millones de españoles y tener un gran impacto en la expectativa de supervivencia y calidad de vida de los pacientes, sigue siendo una gran desconocida para la mayoría de la opinión pública.

La reunión ha dedicado gran parte de su programa a tratar los aspectos de actualización y prevención de la ERC, su relación con la diabetes y la hipertensión arterial, el proceso diagnóstico en trasplante renal, el riesgo vascular y renal, la hemodiálisis domiciliaria, la anemia en las enfermedades renales, la diálisis peritoneal, y la glomerulonefritis, entre otras. Asimismo, se han desarrollado cursos de actualización sobre Enfermedad Renal Crónica Avanzada (ERCA) y cuidados paliativos, Inteligencia Artificial y Big Data, y enfermedades renales hereditarias; y se han realizado sesiones específicas para debatir desde el punto de vista de los pacientes renales y los nefrólogos jóvenes. En el Congreso se han presentado igualmente más de 500 comunicaciones científicas sobre los últimos proyectos y estudios relativos a la enfermedad renal.


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Gabinete de prensa de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.)
Jesús Herrera / Manuela Hernández (954 62 27 27 / 625 87 27 80)

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