 
			 
					 NOTA DE PRENSA
					 
30 de septiembre, Día Mundial del Cáncer de Hígado
					 
					 
					 
					 
					 
					 
REDUCIR EL CONSUMO DE ALCOHOL Y PREVENIR EL SÍNDROME METABÓLICO, CLAVES PARA TOMAR VENTAJA FRENTE AL CÁNCER DE HÍGADO, DEL QUE MENOS DE LA MITAD SE DIAGNOSTICAN EN ESTADIOS INICIALES
					 
					 
					 
					 
					 
					 
• Los oncólogos médicos andaluces destacan que la prevención primaria es la herramienta sanitaria más eficaz para reducir la incidencia de este tumor
					 
					 
• Dicha prevención debe promover estilos de vida saludables que limiten el consumo de alcohol, combatan la obesidad y reduzcan el desarrollo de hígado graso no alcohólico
					 
					 
• También resulta relevante reforzar la vacunación frente al virus de la hepatitis B y asegurar el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C —una infección que, aunque ya tratable, deja huella hepática y mantiene el riesgo oncológico si no se aborda correctamente—
					 
					 
• Asimismo, desde la SAOM se recomienda establecer mecanismos de vigilancia activa en los pacientes con hígado enfermo (cirrosis), para favorecer el diagnóstico en fases tempranas, cuando la cirugía, el trasplante o tratamientos ablativos tienen mayor probabilidad de curación
					 
					 
					 
					 
					 
					 
Jueves, 30 de septiembre de 2025.- La Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM) recuerda este 30 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Hígado con un mensaje claro: hay que aunar esfuerzos en la prevención de esta enfermedad para lograr disminuir su incidencia y conseguir un diagnóstico temprano. Las estimaciones internacionales sitúan que menos del 50 % de los casos son diagnosticados en estadios iniciales, lo que reduce drásticamente sus posibilidades curativas.
					 
					 
A nivel global, la incidencia del cáncer de hígado está creciendo de forma sostenida. Una reciente investigación publicada por la revista The Lancet (2025) alerta de que se podría alcanzar cerca de 1,5 millones de nuevos casos hacia 2050 si no se actúa, pues tres de cada cinco tumores hepáticos estarían vinculados a causas evitables: la enfermedad por hígado graso asociado a síndrome metabólicos, las infecciones por virus de la hepatitis y el consumo excesivo de alcohol. En este escenario, la SAOM hace un llamamiento para unir esfuerzos en Andalucía y revertir esta tendencia.
					 
					 
En España, se diagnostican aproximadamente 6.600 nuevos casos al año de cáncer de hígado, cifra que se refleja también en nuestra comunidad autónoma si bien con limitaciones en la desagregación de datos. El tumor más frecuente es el carcinoma hepatocelular (CHC), que representa entre el 80 % y el 90 % de los casos. Su aparición se vincula habitualmente a una situación previa de enfermedad hepática crónica —como cirrosis de origen alcohólico, por virus B o C, o secundaria al hígado graso no alcohólico (EHNA)-— lo que realza la necesidad de intervenir en los estadios más precoces de esta enfermedad.
					 
					 
La SAOM destaca que la prevención primaria es la herramienta sanitaria más eficaz para reducir la carga de este tumor. Esta prevención se articula en tres líneas fundamentales: promover estilos de vida saludables que limiten el consumo de alcohol, combatan la obesidad y el desarrollo de hígado graso; reforzar la vacunación frente al virus de la hepatitis B y asegurar el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C —una infección que, aunque ya tratable, deja huella hepática y puede degenerar en hepatocarcinoma.
					 
					 
Es fundamental establecer mecanismos de vigilancia activa en los pacientes de riesgo mediante el cribado por ecografía, para favorecer el diagnóstico en fases tempranas, cuando la cirugía, el trasplante o tratamientos ablativos tienen mayor probabilidad de éxito.
					 
					 
La evolución del hígado graso asociado a disfunción metabólica constituye un factor emergente de gran impacto, ya que afecta a uno de cada tres adultos en el mundo y puede avanzar silenciosamente hacia fibrosis, cirrosis y finalmente cáncer hepático si no se interviene. En Andalucía, donde la prevalencia de obesidad, síndrome metabólico y esteatosis hepática es elevada, esta realidad adquiere una dimensión de urgencia.
					 
					 
La detección precoz sigue siendo uno de los desafíos clínicos más relevantes. Cuando el diagnóstico se realiza en fases iniciales, las opciones terapéuticas curativas pueden aplicarse con mayor éxito; sin embargo —y como recuerda la SAOM— menos del 50 % de los pacientes son diagnosticados a tiempo, lo que limita las intervenciones y deja un pronóstico más desfavorable. En España, la supervivencia a cinco años sigue siendo reducida (en torno al 20-30 %) en muchos casos, lo que refuerza la necesidad de invertir tanto en prevención como en detección.
					 
					 
Por ello, la SAOM hace un llamamiento firme a las administraciones públicas, a los profesionales sanitarios y a la ciudadanía en general: es necesario articular un abordaje multidisciplinar y coordinado que incluya campañas de concienciación pública, educación en atención primaria, integración de unidades multidisciplinares y garantía de acceso a terapias innovadoras para los pacientes.
					 
					 
“La población con cáncer de hígado no puede permanecer estigmatizada. Tenemos que aunar esfuerzos, como sociedad, para disminuir su incidencia”, afirma la Dra. Natalia Luque, de la Junta Directiva de la SAOM. “La vacunación, políticas de concienciación sobre habitados de vida saludable y el empleo de recursos para un diagnóstico precoz son nuestras mejores armas para reducir su impacto y salvar vidas en Andalucía”.
					 
					 
Para más información:
Gabinete de comunicación de la SAOM: Tomás Muriel (605 603 382)
					 
				 
			 30 de septiembre, Día Mundial del Cáncer de Hígado
REDUCIR EL CONSUMO DE ALCOHOL Y PREVENIR EL SÍNDROME METABÓLICO, CLAVES PARA TOMAR VENTAJA FRENTE AL CÁNCER DE HÍGADO, DEL QUE MENOS DE LA MITAD SE DIAGNOSTICAN EN ESTADIOS INICIALES
• Los oncólogos médicos andaluces destacan que la prevención primaria es la herramienta sanitaria más eficaz para reducir la incidencia de este tumor
• Dicha prevención debe promover estilos de vida saludables que limiten el consumo de alcohol, combatan la obesidad y reduzcan el desarrollo de hígado graso no alcohólico
• También resulta relevante reforzar la vacunación frente al virus de la hepatitis B y asegurar el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C —una infección que, aunque ya tratable, deja huella hepática y mantiene el riesgo oncológico si no se aborda correctamente—
• Asimismo, desde la SAOM se recomienda establecer mecanismos de vigilancia activa en los pacientes con hígado enfermo (cirrosis), para favorecer el diagnóstico en fases tempranas, cuando la cirugía, el trasplante o tratamientos ablativos tienen mayor probabilidad de curación
Jueves, 30 de septiembre de 2025.- La Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM) recuerda este 30 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Hígado con un mensaje claro: hay que aunar esfuerzos en la prevención de esta enfermedad para lograr disminuir su incidencia y conseguir un diagnóstico temprano. Las estimaciones internacionales sitúan que menos del 50 % de los casos son diagnosticados en estadios iniciales, lo que reduce drásticamente sus posibilidades curativas.
A nivel global, la incidencia del cáncer de hígado está creciendo de forma sostenida. Una reciente investigación publicada por la revista The Lancet (2025) alerta de que se podría alcanzar cerca de 1,5 millones de nuevos casos hacia 2050 si no se actúa, pues tres de cada cinco tumores hepáticos estarían vinculados a causas evitables: la enfermedad por hígado graso asociado a síndrome metabólicos, las infecciones por virus de la hepatitis y el consumo excesivo de alcohol. En este escenario, la SAOM hace un llamamiento para unir esfuerzos en Andalucía y revertir esta tendencia.
En España, se diagnostican aproximadamente 6.600 nuevos casos al año de cáncer de hígado, cifra que se refleja también en nuestra comunidad autónoma si bien con limitaciones en la desagregación de datos. El tumor más frecuente es el carcinoma hepatocelular (CHC), que representa entre el 80 % y el 90 % de los casos. Su aparición se vincula habitualmente a una situación previa de enfermedad hepática crónica —como cirrosis de origen alcohólico, por virus B o C, o secundaria al hígado graso no alcohólico (EHNA)-— lo que realza la necesidad de intervenir en los estadios más precoces de esta enfermedad.
La SAOM destaca que la prevención primaria es la herramienta sanitaria más eficaz para reducir la carga de este tumor. Esta prevención se articula en tres líneas fundamentales: promover estilos de vida saludables que limiten el consumo de alcohol, combatan la obesidad y el desarrollo de hígado graso; reforzar la vacunación frente al virus de la hepatitis B y asegurar el diagnóstico y tratamiento de la hepatitis C —una infección que, aunque ya tratable, deja huella hepática y puede degenerar en hepatocarcinoma.
Es fundamental establecer mecanismos de vigilancia activa en los pacientes de riesgo mediante el cribado por ecografía, para favorecer el diagnóstico en fases tempranas, cuando la cirugía, el trasplante o tratamientos ablativos tienen mayor probabilidad de éxito.
La evolución del hígado graso asociado a disfunción metabólica constituye un factor emergente de gran impacto, ya que afecta a uno de cada tres adultos en el mundo y puede avanzar silenciosamente hacia fibrosis, cirrosis y finalmente cáncer hepático si no se interviene. En Andalucía, donde la prevalencia de obesidad, síndrome metabólico y esteatosis hepática es elevada, esta realidad adquiere una dimensión de urgencia.
La detección precoz sigue siendo uno de los desafíos clínicos más relevantes. Cuando el diagnóstico se realiza en fases iniciales, las opciones terapéuticas curativas pueden aplicarse con mayor éxito; sin embargo —y como recuerda la SAOM— menos del 50 % de los pacientes son diagnosticados a tiempo, lo que limita las intervenciones y deja un pronóstico más desfavorable. En España, la supervivencia a cinco años sigue siendo reducida (en torno al 20-30 %) en muchos casos, lo que refuerza la necesidad de invertir tanto en prevención como en detección.
Por ello, la SAOM hace un llamamiento firme a las administraciones públicas, a los profesionales sanitarios y a la ciudadanía en general: es necesario articular un abordaje multidisciplinar y coordinado que incluya campañas de concienciación pública, educación en atención primaria, integración de unidades multidisciplinares y garantía de acceso a terapias innovadoras para los pacientes.
“La población con cáncer de hígado no puede permanecer estigmatizada. Tenemos que aunar esfuerzos, como sociedad, para disminuir su incidencia”, afirma la Dra. Natalia Luque, de la Junta Directiva de la SAOM. “La vacunación, políticas de concienciación sobre habitados de vida saludable y el empleo de recursos para un diagnóstico precoz son nuestras mejores armas para reducir su impacto y salvar vidas en Andalucía”.
Para más información:
Gabinete de comunicación de la SAOM: Tomás Muriel (605 603 382)
 
