Este sábado, 19 de abril, se celebra el Día Mundial del Hígado, centrado este año en la importancia para la salud hepática de una alimentación y hábitos de vida saludables.
NOTA DE PRENSA
UN AUMENTO DEL PRECIO MINIMO DEL ALCOHOL EN ESPAÑA DE UN 40% PODRIA FRENAR LAS ENFERMEDADES HEPÁTICAS
-Un estudio realizado para la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL) concluye que establecer un precio mínimo de 0,70 € por unidad de alcohol (el equivalente a una caña de cerveza, una copa de vino o un chupito de licor) tendría un efecto directo y significativo en la reducción de las enfermedades del hígado.
-En el mercado español, con uno de los precios más baratos del alcohol, esto equivaldría a una subida del 40% al 130% en los productos alcohólicos más económicos: ninguna botella de vino debería venderse por debajo de los 5,60 euros.
-En los tres países analizados en el estudio (Francia, Países Bajos y Rumanía), se evitaría más de 11.500 casos de enfermedad hepática crónica y 7.900 de cáncer de hígado entre 2022 y 2030, además de generar un ahorro sanitario de más de 620 millones de euros.
-“Las políticas fiscales como el precio mínimo por unidad de alcohol son eficaces porque afectan sobre todo a quienes más consumen, que son también quienes tienen mayor riesgo de enfermar”, explica el Dr. Jeffrey Lazarus, del IS Global Barcelona, coautor del informe.
-Además de esta posible medida, los hepatólogos piden a las fuerzas políticas y a la sociedad civil un diálogo constructivo sobre cómo frenar la preocupante incidencia de las enfermedades del hígado, impulsadas por el consumo de alcohol y la epidemia de obesidad.
-Piden a Gobierno y Comunidades Autónomas el diseño y desarrollo de una estrategia común para promover la prevención y detección precoz de estas enfermedades, que esté basada en las recomendaciones de su Plan Nacional de Salud Hepática: Reto 2032.
UN AUMENTO DEL PRECIO MINIMO DEL ALCOHOL EN ESPAÑA DE UN 40% PODRIA FRENAR LAS ENFERMEDADES HEPÁTICAS
-Un estudio realizado para la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL) concluye que establecer un precio mínimo de 0,70 € por unidad de alcohol (el equivalente a una caña de cerveza, una copa de vino o un chupito de licor) tendría un efecto directo y significativo en la reducción de las enfermedades del hígado.
-En el mercado español, con uno de los precios más baratos del alcohol, esto equivaldría a una subida del 40% al 130% en los productos alcohólicos más económicos: ninguna botella de vino debería venderse por debajo de los 5,60 euros.
-En los tres países analizados en el estudio (Francia, Países Bajos y Rumanía), se evitaría más de 11.500 casos de enfermedad hepática crónica y 7.900 de cáncer de hígado entre 2022 y 2030, además de generar un ahorro sanitario de más de 620 millones de euros.
-“Las políticas fiscales como el precio mínimo por unidad de alcohol son eficaces porque afectan sobre todo a quienes más consumen, que son también quienes tienen mayor riesgo de enfermar”, explica el Dr. Jeffrey Lazarus, del IS Global Barcelona, coautor del informe.
-Además de esta posible medida, los hepatólogos piden a las fuerzas políticas y a la sociedad civil un diálogo constructivo sobre cómo frenar la preocupante incidencia de las enfermedades del hígado, impulsadas por el consumo de alcohol y la epidemia de obesidad.
-Piden a Gobierno y Comunidades Autónomas el diseño y desarrollo de una estrategia común para promover la prevención y detección precoz de estas enfermedades, que esté basada en las recomendaciones de su Plan Nacional de Salud Hepática: Reto 2032.
-Madrid, 17 de abril de 2025-. Un informe del proyecto HEPAHEALTH II, realizado por el equipo de HealthLumen para la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL), concluye que establecer un precio mínimo de 0,70 € por unidad de alcohol tendría un efecto directo y significativo en la reducción de enfermedades hepáticas en Europa. Solo en los tres países analizados (Francia, Países Bajos y Rumanía), se evitarían más de 11.500 casos de enfermedad hepática crónica y 7.900 de cáncer de hígado entre 2022 y 2030, además de generar un ahorro sanitario de más de 620 millones de euros.
Una unidad de alcohol equivale a 8 gramos de alcohol puro. En España, esto corresponde aproximadamente a un vaso de vino (100 ml, 13º), una caña de cerveza (200 ml, 5º) o un chupito de licor (30 ml, 40º). La medida propuesta implicaría que ninguna bebida alcohólica debería venderse por debajo de 0,70 € por unidad de alcohol. Por ejemplo, una botella de vino de 750 ml al 13% de alcohol contiene unas 8 unidades, lo que supondría un precio mínimo de 5,60 €. En el mercado actual español, esto equivaldría a una subida del 40% al 130% en los productos alcohólicos más baratos.
España: entre los países con el alcohol más barato de Europa
Según datos de Eurostat, España se sitúa entre los países con el alcohol más barato de toda la Unión Europea. En 2018, los precios de las bebidas alcohólicas en España eran un 16% más bajos que la media comunitaria. España es, de hecho, el país con el alcohol más barato de la eurozona y el quinto más barato de toda la UE. En contraste, países como Finlandia, Irlanda y Suecia presentan precios significativamente más elevados debido a impuestos más altos y políticas fiscales más estrictas. Esta diferencia de precios sugiere que implantar un precio mínimo por unidad de alcohol en España tendría un impacto especialmente importante sobre el consumo y la salud hepática.
El estudio HEPAHEALTH II reconoce que este tipo de políticas suele contar con la oposición por parte de la industria del alcohol. Sin embargo, relaciona varios ejemplos de su efectividad en países que han dado el paso. Así, Escocia implantó un precio mínimo de 0,50 GBP por unidad en 2018 y, según datos oficiales, el consumo de alcohol cayó a su nivel más bajo en 25 años. Por su parte, Gales introdujo la misma medida en 2020 y ha reportado reducciones similares en la compra de alcohol, especialmente entre consumidores con patrones de alto riesgo. Finalmente, varias provincias de Canadá han ajustado los precios mínimos a la inflación, logrando una disminución tanto en hospitalizaciones como en muertes relacionadas con el alcohol.
El impacto de las bebidas azucaradas y ultraprocesados en la salud hepática
El estudio HEPAHEALTH II también recomienda reforzar las políticas fiscales sobre bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados. Aunque no especifica una cifra concreta, se alinea con la recomendación de la OMS de aplicar un impuesto que incremente al menos un 20% su precio. Estas medidas tienen una base científica sólida que vincula estos productos con el deterioro de la salud hepática.
Por ejemplo, un estudio en mujeres posmenopáusicas publicado reveló que aquellas que consumían una o más bebidas azucaradas al día tenían un 85% más de riesgo de cáncer de hígado y un 68% más de riesgo de morir por enfermedad hepática crónica, comparadas con las que las tomaban menos de tres veces al mes. En población infantil, una tesis doctoral en la Universidad Pública de Navarra confirmó la asociación entre consumo de bebidas azucaradas y acumulación de grasa en el hígado, independientemente del sexo, edad o cantidad de calorías ingeridas.
La AEEH llama al diálogo y a la acción con motivo del Día Mundial del Hígado
Aunque el estudio no incluye datos específicos de España, la creciente prevalencia de las enfermedades hepáticas, y a edades cada vez más tempranas, asociadas tanto al consumo de alcohol como a la obesidad y alimentación poco saludable, aconsejan la toma de medidas en línea con las recomendaciones formuladas por el estudio de la EASL. Así, en nuestro país, el hígado graso asicado a síndrome metabólico afecta a más del 25% de la población adulta, el 6% de la población española presenta consumo problemático de alcohol, se ha detectado un incremento de cirrosis en menores de 30 años por consumo intensivo de alcohol y en 2023, casi una de cada tres donaciones de hígado fue rechazada por hígado graso metabólico.
Por todo ello, la Sociedad Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha aprovechado la celebración del Día Mundial del Hígado, el sábado 19 de abril, para reclamar un diálogo constructivo sobre cómo frenar la preocupante prevalencia de las enfermedades del hígado, impulsadas por el consumo de alcohol y la epidemia de obesidad. Diálogo que debe buscar el mayor consenso político y social posible pero que hay que abordar sin líneas rojas, contemplado seriamente la posibilidad de incorporar políticas fiscales que ayuden a rebajar el consumo de alcohol y mejorar la alimentación para así fomentar la prevención de las patologías hepáticas que ya afectan a millones de personas. “Las políticas fiscales como el precio mínimo por unidad de alcohol son eficaces porque afectan sobre todo a quienes más consumen, que son también quienes tienen mayor riesgo de enfermar”, explica el Dr. Ramón Bataller, director del Registro de Enfermedad Hepática por Alcohol (REALCH) de la AEEH.
“La incorporación de políticas fiscales es una de las líneas de trabajo incluidas en el Plan Nacional de Salud Hepática Reto 2032 de la AEEH”, afirma el Dr. Rafael Bañares, presidente de esta Sociedad. Elaborado por un panel de expertos como respuesta al creciente aumento de las enfermedades hepáticas crónicas, acaba de ser propuesto por el Senado, en una moción recientemente presentada por el PSOE, como marco referencial para que el Gobierno y las Comunidades Autónomas avancen en el diseño y desarrollo de una estrategia común para promover la prevención y la detección precoz de las enfermedades hepáticas en la población general en el Sistema Nacional de Salud.
El documento que ha elaborado esta sociedad científica, en el que ha trabajado un equipo multidisciplinar de más de 60 especialistas, aborda de manera conjunta y actualizada todas las enfermedades hepáticas, e identifica quince objetivos cruciales y tres grandes áreas de actuación (prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento). En relación con la detección precoz, el plan propuesto por los hepatólogos enfatiza la importancia de llevar a cabo pruebas específicas que garanticen una valoración precisa de cada una de las enfermedades hepáticas, así como la necesidad de potenciar la concienciación sobre la necesidad de un diagnóstico precoz en todos los niveles asistenciales, a través de una buena coordinación entre los mismos.
Para más información y entrevistas:
Gabinete de comunicación de Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) Marta Franco (655 670 508)
Una unidad de alcohol equivale a 8 gramos de alcohol puro. En España, esto corresponde aproximadamente a un vaso de vino (100 ml, 13º), una caña de cerveza (200 ml, 5º) o un chupito de licor (30 ml, 40º). La medida propuesta implicaría que ninguna bebida alcohólica debería venderse por debajo de 0,70 € por unidad de alcohol. Por ejemplo, una botella de vino de 750 ml al 13% de alcohol contiene unas 8 unidades, lo que supondría un precio mínimo de 5,60 €. En el mercado actual español, esto equivaldría a una subida del 40% al 130% en los productos alcohólicos más baratos.
España: entre los países con el alcohol más barato de Europa
Según datos de Eurostat, España se sitúa entre los países con el alcohol más barato de toda la Unión Europea. En 2018, los precios de las bebidas alcohólicas en España eran un 16% más bajos que la media comunitaria. España es, de hecho, el país con el alcohol más barato de la eurozona y el quinto más barato de toda la UE. En contraste, países como Finlandia, Irlanda y Suecia presentan precios significativamente más elevados debido a impuestos más altos y políticas fiscales más estrictas. Esta diferencia de precios sugiere que implantar un precio mínimo por unidad de alcohol en España tendría un impacto especialmente importante sobre el consumo y la salud hepática.
El estudio HEPAHEALTH II reconoce que este tipo de políticas suele contar con la oposición por parte de la industria del alcohol. Sin embargo, relaciona varios ejemplos de su efectividad en países que han dado el paso. Así, Escocia implantó un precio mínimo de 0,50 GBP por unidad en 2018 y, según datos oficiales, el consumo de alcohol cayó a su nivel más bajo en 25 años. Por su parte, Gales introdujo la misma medida en 2020 y ha reportado reducciones similares en la compra de alcohol, especialmente entre consumidores con patrones de alto riesgo. Finalmente, varias provincias de Canadá han ajustado los precios mínimos a la inflación, logrando una disminución tanto en hospitalizaciones como en muertes relacionadas con el alcohol.
El impacto de las bebidas azucaradas y ultraprocesados en la salud hepática
El estudio HEPAHEALTH II también recomienda reforzar las políticas fiscales sobre bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados. Aunque no especifica una cifra concreta, se alinea con la recomendación de la OMS de aplicar un impuesto que incremente al menos un 20% su precio. Estas medidas tienen una base científica sólida que vincula estos productos con el deterioro de la salud hepática.
Por ejemplo, un estudio en mujeres posmenopáusicas publicado reveló que aquellas que consumían una o más bebidas azucaradas al día tenían un 85% más de riesgo de cáncer de hígado y un 68% más de riesgo de morir por enfermedad hepática crónica, comparadas con las que las tomaban menos de tres veces al mes. En población infantil, una tesis doctoral en la Universidad Pública de Navarra confirmó la asociación entre consumo de bebidas azucaradas y acumulación de grasa en el hígado, independientemente del sexo, edad o cantidad de calorías ingeridas.
La AEEH llama al diálogo y a la acción con motivo del Día Mundial del Hígado
Aunque el estudio no incluye datos específicos de España, la creciente prevalencia de las enfermedades hepáticas, y a edades cada vez más tempranas, asociadas tanto al consumo de alcohol como a la obesidad y alimentación poco saludable, aconsejan la toma de medidas en línea con las recomendaciones formuladas por el estudio de la EASL. Así, en nuestro país, el hígado graso asicado a síndrome metabólico afecta a más del 25% de la población adulta, el 6% de la población española presenta consumo problemático de alcohol, se ha detectado un incremento de cirrosis en menores de 30 años por consumo intensivo de alcohol y en 2023, casi una de cada tres donaciones de hígado fue rechazada por hígado graso metabólico.
Por todo ello, la Sociedad Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha aprovechado la celebración del Día Mundial del Hígado, el sábado 19 de abril, para reclamar un diálogo constructivo sobre cómo frenar la preocupante prevalencia de las enfermedades del hígado, impulsadas por el consumo de alcohol y la epidemia de obesidad. Diálogo que debe buscar el mayor consenso político y social posible pero que hay que abordar sin líneas rojas, contemplado seriamente la posibilidad de incorporar políticas fiscales que ayuden a rebajar el consumo de alcohol y mejorar la alimentación para así fomentar la prevención de las patologías hepáticas que ya afectan a millones de personas. “Las políticas fiscales como el precio mínimo por unidad de alcohol son eficaces porque afectan sobre todo a quienes más consumen, que son también quienes tienen mayor riesgo de enfermar”, explica el Dr. Ramón Bataller, director del Registro de Enfermedad Hepática por Alcohol (REALCH) de la AEEH.
“La incorporación de políticas fiscales es una de las líneas de trabajo incluidas en el Plan Nacional de Salud Hepática Reto 2032 de la AEEH”, afirma el Dr. Rafael Bañares, presidente de esta Sociedad. Elaborado por un panel de expertos como respuesta al creciente aumento de las enfermedades hepáticas crónicas, acaba de ser propuesto por el Senado, en una moción recientemente presentada por el PSOE, como marco referencial para que el Gobierno y las Comunidades Autónomas avancen en el diseño y desarrollo de una estrategia común para promover la prevención y la detección precoz de las enfermedades hepáticas en la población general en el Sistema Nacional de Salud.
El documento que ha elaborado esta sociedad científica, en el que ha trabajado un equipo multidisciplinar de más de 60 especialistas, aborda de manera conjunta y actualizada todas las enfermedades hepáticas, e identifica quince objetivos cruciales y tres grandes áreas de actuación (prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento). En relación con la detección precoz, el plan propuesto por los hepatólogos enfatiza la importancia de llevar a cabo pruebas específicas que garanticen una valoración precisa de cada una de las enfermedades hepáticas, así como la necesidad de potenciar la concienciación sobre la necesidad de un diagnóstico precoz en todos los niveles asistenciales, a través de una buena coordinación entre los mismos.
Para más información y entrevistas:
Gabinete de comunicación de Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) Marta Franco (655 670 508)
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Pie de foto: El Dr. Ramón Bataller presentando el Registro ReHALC en el 50 Congreso de la AEEH
Pie de foto: El Dr. Ramón Bataller presentando el Registro ReHALC en el 50 Congreso de la AEEH