Neumosur advierte que nadar en piscinas con exceso de cloro puede aumentar las posibilidades de que un menor desarrolle síntomas asmáticos


Neumosur advierte que nadar en piscinas con exceso de cloro puede aumentar las posibilidades de que un menor desarrolle síntomas asmáticos
NOTA DE PRENSA



NEUMOSUR ADVIERTE QUE NADAR EN PISCINAS CON EXCESO DE CLORO PUEDE AUMENTAR LAS POSIBILIDADES DE QUE UN MENOR DESARROLLE SÍNTOMAS ASMÁTICOS



• Esta probabilidad se incrementa cuanto menos edad tenga el menor, más tiempo permanezca en el agua, más agua ingiera, menos higiene personal se requiera a la hora de zambullirse en la piscina y mayor sea la temperatura del agua

• El cloro y el agua, al mezclarse con el sudor, la saliva y la orina, genera cloramina, una sustancia que puede lesionar el epitelio pulmonar y provocar síntomas asmáticos o desencadenar asma en niños predispuestos (atópicos)

• Los neumólogos de Andalucía, Extremadura, Canarias, Ceuta y Melilla recomiendan a los padres escoger unas buenas instalaciones para el baño y exigir un mantenimiento adecuado de las mismas



Sevilla, 17 de julio de 2013.-
Nadar en piscinas con exceso de cloro puede aumentar las posibilidades de que un niño desarrolle síntomas de asma. Y esta probabilidad aumenta cuanto más pequeño sea el niño, más tiempo permanezca en el agua, más agua de la piscina ingieran, menos higiene personal se requiera a la hora de zambullirse y mayor sea la temperatura del agua. Así lo advierten desde NEUMOSUR, la asociación que aglutina a los neumólogos y cirujanos torácicos de Andalucía, Extremadura, Canarias, Ceuta y Melilla.

El riesgo es mayor en los niños que acuden regularmente a la piscina con una edad por debajo de 6-7 años, dado que a esas edades habitualmente no se nada, sino que se chapotea y se inhalan y degluten más partículas de agua con cloramina, una sustancia que puede lesionar el epitelio pulmonar y provocar síntomas asmáticos (tos, pitos en el pecho y ahogo) o desencadenar asma en niños predispuestos (atópicos).

La cloramina se genera por la mezcla de ácido hipocloroso –desinfectante resultante de la reacción del cloro con el agua-, el sudor, la saliva y la orina presentes en el agua de una piscina –en especial, bastante frecuente ésta última, sobre todo cuando se trata de niños pequeños-

Neumosur subraya que los niveles de cloramina son mayores en las piscinas con exceso de cloro, no ventiladas (cubiertas), con mayor temperatura del agua y con malas condiciones higiénicas de los nadadores, por lo que se aconseja a los padres que se cercioren de que las instalaciones a las que llevan a sus hijos tienen los permisos correspondientes, y eviten en cualquier caso aquellas que cuyas condiciones les resulten sospechosas.

Igualmente, les recomienda que no dejen a sus hijos un tiempo demasiado prolongado en el agua, que estén atentos de que no traguen agua y que exijan a los padres de niños pequeños el uso de pañales adecuados capaces de absorber la orina en el agua. Asimismo, les recuerda que los pulmones de los niños, cuanto más pequeños son, más vulnerables resultan a productos irritantes como la cloramina. En especial, desde NEUMOSUR se recomienda tomar especial precaución con los lactantes.

El asma afecta a más de 300 millones de personas en el mundo y es la causa más frecuente de enfermedad infantil respiratoria crónica. NEUMOSUR recuerda a los padres de hijos asmáticos que los menores pueden, y deben hacer deporte, pero deben seguir una serie de normas y consultar con su médico (neumólogo, alergólogo, pediatra o médico de atención primaria) cualquier duda que se planteen al respecto.

El asmático puede hacer cualquier deporte, pero hay una serie de ellos más indicados que otros. La natación puede ser un deporte adecuado para los asmáticos, aunque no se debe olvidar que los bronquios de estos pacientes pueden responder de forma exagerada a estímulos externos. De esta forma, sustancias irritantes como el cloro pueden hacer que sus bronquios se irriten y provoquen los síntomas asmáticos o desencadenar un asma ‘latente’ en sujetos predispuestos (atópicos). De igual forma, puede ocurrir este hecho ante cambios bruscos de temperatura, por ejemplo, a la hora de tirarse bruscamente a un agua muy fría.

Además de entre los niños menores de 6-7 años, el exceso de cloro en las piscinas lo acusan antes los sujetos con alergia o enfermedad respiratoria, así como las personas más expuestas al agua, caso de monitores, cuidadores, personal de mantenimiento, etc., a las que se les recomienda ser inflexibles y exigentes en el cumplimiento de las adecuadas condiciones higiénicas de la piscina y su entorno.

Decálogo de recomendaciones


1. Comprobar que las instalaciones reúnen los permisos y condiciones adecuadas.

2. Evitar el baño cuando se sospeche por el olor un exceso de cloro o inadecuado mantenimiento de condiciones higiénicas.

3. Tratar de que los niños no traguen agua.

4. Evitar baños y exposiciones demasiado prolongadas al cloro.

5. Ducharse antes de bañarse y exigir que los demás lo hagan, también a los niños.

6. Usar y exigir el uso de pañales específicos para el baño en menores.

7. Tener especial cuidado con los menores de 2-3 años y con niños predispuestos (atópicos).

8. Fomentar en los niños asmáticos hacer deporte, conociendo cuáles son los más adecuados y en qué condiciones deben practicarse. La natación puede ser un deporte adecuado, pero hay situaciones y condicionantes en los que puede resultar perjudicial, especialmente en lugares con alta concentración de sustancias irritantes como el cloro.

9. Optar mejor por piscinas al aire libre que cubiertas. Evitar las piscinas con poca ventilación.

10. Cuanto más fría el agua, menor riesgo, aunque se deben evitar cambios bruscos de temperatura.


Para más información:

Gabinete de prensa de Neumosur: Manuela Hernández (95 462 27 27 / 651 867 278) y Tomás Muriel (95 462 27 27 / 605 603 382)

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