NOTA DE PRENSA
UN SIMPOSIO DEL INUBE, ESCAPARATE DE LAS CUATRO SOLUCIONES TECNOLÓGICAS DESARROLLADAS POR COMPRA PÚBLICA INNOVADORA (CPI) QUE VAN A PERMITIR EL DESPLIEGUE DE LA FARMACOGENÉTICA Y LA MEDICINA PERSONALIZADA EN EXTREMADURA (MedeA)
La CPI es una fórmula de colaboración público-privada para el despliegue de la innovación en sectores estratégicos que está avalada y promovida por las instituciones europeas.
Gracias a ella se han desarrollado cuatro herramientas tecnológicas que trabajan de manera conjunta, pero también autónomamente.
Al concurso público de este proyecto se presentaron 81 empresas de todo el mundo: las cuatro finalmente seleccionadas han expuesto en el encuentro organizado por INUBE las características de sus pilotos o prototipos, que están en estos momentos en fase de ajustes.
UN SIMPOSIO DEL INUBE, ESCAPARATE DE LAS CUATRO SOLUCIONES TECNOLÓGICAS DESARROLLADAS POR COMPRA PÚBLICA INNOVADORA (CPI) QUE VAN A PERMITIR EL DESPLIEGUE DE LA FARMACOGENÉTICA Y LA MEDICINA PERSONALIZADA EN EXTREMADURA (MedeA)
La CPI es una fórmula de colaboración público-privada para el despliegue de la innovación en sectores estratégicos que está avalada y promovida por las instituciones europeas.
Gracias a ella se han desarrollado cuatro herramientas tecnológicas que trabajan de manera conjunta, pero también autónomamente.
Al concurso público de este proyecto se presentaron 81 empresas de todo el mundo: las cuatro finalmente seleccionadas han expuesto en el encuentro organizado por INUBE las características de sus pilotos o prototipos, que están en estos momentos en fase de ajustes.
Enero de 2024. Un simposio organizado por el Instituto Universitario de Investigación Biosanitaria de Extremadura (INUBE) ha servido de foro científico de presentación de las cuatro soluciones o herramientas tecnológicas que van a permitir el despliegue de la medicina personalizada en esta Comunidad, convirtiéndola en un en este campo tanto por los avances que van a permitir en la atención clínica de los pacientes como por el mecanismo administrativo utilizado para promover esta gran transformación.
Y es que es una de las primeras veces que se utiliza la Compra Pública Innovadora (CPI) para estimular la innovación en el campo de la medicina personalizada a traves de la colaboración público-privada. Lo que diferencia estas licitaciones de los procesos de contratación tradicional es que demandan servicios que responden a necesidades no cubiertas aún por el mercado y que precisan de una solución innovadora que puede ser desarrollada en un tiempo razonable. Dicho de otro modo, la contratación habitual pide un servicio que ofrece el mercado. La compra pública de innovación demanda una tecnología nueva o mejorada que aún no existe. Para el sector público, la CPI representa la posibilidad de obtener una mayor eficiencia, mejorar la prestación de servicios y reducir costes con la tecnología a medio/largo plazo. Para el sector privado, la CPI supone fomento de la innovación empresarial; favorece la difusión de productos, servicios y tecnologías innovadoras, a través del caso de éxito contratado con la administración pública; proporciona un campo para la investigación y facilita un mercado de lanzamiento para las innovaciones.
En este caso concreto, la CPI ha permitido crear las herramientas tecnológicas que dan respuesta a los cuatro retos planteados por el programa MedeA para ayudar a los clínicos a realizar una prescipción farmacológica personalizada. Herramientas autónomas, pero con capacidad de trabajar de manera conjunta. Al concurso público de este proyecto se presentaron 81 empresas de todo el mundo y las cuatro finalmente seleccionadas han expuesto en el encuentro organizado por INUBE las características de sus pilotos o prototipos, que están en estos momentos en fase de ajustes y pruebas. El objetivo común de todas ellas, hacer posible la implementación real de la medicina personalizada, lo que supone el reconocimiento de que cada paciente es único y debe recibir una prescripción farmacológica ajustada a su información genética (farmacogenética), optimizándose así la eficacia de los tratamientos, evitándose los efectos adversos que puedan tener ciertos medicamentos en cada persona, tanto de forma aislada como por su interacción con otros fármacos, hecho especialmente relevante ante la incorporación de la farmacogenómica en la Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud.
La fórmula de relación con las empresas fue Asociación para la innovación (ApI), con este esquema la primera de las soluciones tecnológicas desarrolladas es un Sistema de Prescripción Personalizada, denominado PoPS, y que ha sido desarrollado por la multinacional GMW. Adrián Rodrigo, Head of Business Solutions for Smart Health de la citada multinacional, explicó en el Simposio organizado por INUBE que el objetivo fundamental de esta herramienta es “ofrecer a los clínicos e investigadores del SES una herramienta de soporte a la prescripción farmacológica incorporando la información genética a las condiciones clínicas y tratamiento del paciente”.
Ana de la Cruz, directora de España y Portugal de Illumina, realizó la presentación de la solución tecnológica que responde al segundo de los retos planteados por el proyecto MedeA, y que consiste en un sistema para análisis farmacogenéticos denominado SiGEN, el cual, dijo, ha convertido a Extremadura en una referencia europea, pues “se trata de la primera región de la Unión en implementar un programa de farmacogenética transversal a todas las especialidades”, con respuesta a todas estas necesidades: eficacia y/o toxicidad de los fármacos; genética del paciente; capacidad predictiva de respuesta al tratamiento; tiempo de respuesta y estrategia de costes.
El tercer producto innovador es un sistema de farmacogenética aplicada a ensayos clínicos que permitirá, principalmente en oncología, determinar desde el punto de vista de la genética qué pacientes deben incluirse en un estudio o excluirse del mismo por un posible efecto adverso para esa persona. La presentación de este sistema, denominado PePS, Evaluación de pacientes y/o voluntarios sanos participantes en ensayos clínicos, la realizó Luis Ramudo Cela, director de farmacogenética de Health in Code, empresa que ha desarrollado esta solución.
Finalmente, la cuarta solución tecnológica creada, denominada SeRAM, Sistemas para la Evaluación de Reacciones Adversas a Medicamentos, ha sido desarrollado por una spin-off de la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de Madrid, Evidence-Based Behavior (EB2). Antonio Artés, directivo de esta empresa, fue el encargado de presentarla, destacando que su concepción responde al objetivo principal de crear “ un Sistema completo, que será validado en la cohorte MedeA de pacientes con trastorno mental grave y conectado con el sistema de apoyo a la prescripción farmacológica (PoPS) y la HCE (JARA), de evaluación remota de reacciones adversas a medicamentos (RAM), adherencia al tratamiento y estado físico y mental de los pacientes basado en el uso de Apps para teléfonos móviles y dispositivos sensorizados”.
Una vez cerrados los ajustes de estas herramientas y finalizados con ellos la fase de desarrollo del prototipo y piloto de MedeA, tendrá lugar el despliegue de este programa, que se producirá a lo largo de 2024, en lo que será una experiencia pionera de implementación generalizada de la farmacogenética y la medicina personalizada a nivel de población general en pacientes del Servicio Extremeño de Salud.
Estas soluciones generadas por la ApI creada por el SES con las empresas mencionadas (GMV, Illumina, Health in code, EB2) fueron presentadas en un Simposium organizado por el INUBE (Instituto de Investigación Biosanitaria de Extremadura) en colaboración con el SES. En el intervinieron, además de los representantes de las empresas citados anteriormente Demetrio Pérez, Gerente del Área de Salud de Badajoz; Luis M. Bravo. Subdirector de Farmacia del SES; Eduardo M. Cano, subdirector de Atención Especializada del SES; Silvia Torres, directora General de Planificación, Formación y Calidad Sanitarias y Sociosanitarias de la Consejería de Salud y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura; Adrián Llerena, Director Científico de MedeA, y los Investigadores del Proyecto Álvaro Lozano, Carmen Mata, Ignacio Torres, Francisco Arias, Mª Dolores Rivas y María Estévez.
Y es que es una de las primeras veces que se utiliza la Compra Pública Innovadora (CPI) para estimular la innovación en el campo de la medicina personalizada a traves de la colaboración público-privada. Lo que diferencia estas licitaciones de los procesos de contratación tradicional es que demandan servicios que responden a necesidades no cubiertas aún por el mercado y que precisan de una solución innovadora que puede ser desarrollada en un tiempo razonable. Dicho de otro modo, la contratación habitual pide un servicio que ofrece el mercado. La compra pública de innovación demanda una tecnología nueva o mejorada que aún no existe. Para el sector público, la CPI representa la posibilidad de obtener una mayor eficiencia, mejorar la prestación de servicios y reducir costes con la tecnología a medio/largo plazo. Para el sector privado, la CPI supone fomento de la innovación empresarial; favorece la difusión de productos, servicios y tecnologías innovadoras, a través del caso de éxito contratado con la administración pública; proporciona un campo para la investigación y facilita un mercado de lanzamiento para las innovaciones.
En este caso concreto, la CPI ha permitido crear las herramientas tecnológicas que dan respuesta a los cuatro retos planteados por el programa MedeA para ayudar a los clínicos a realizar una prescipción farmacológica personalizada. Herramientas autónomas, pero con capacidad de trabajar de manera conjunta. Al concurso público de este proyecto se presentaron 81 empresas de todo el mundo y las cuatro finalmente seleccionadas han expuesto en el encuentro organizado por INUBE las características de sus pilotos o prototipos, que están en estos momentos en fase de ajustes y pruebas. El objetivo común de todas ellas, hacer posible la implementación real de la medicina personalizada, lo que supone el reconocimiento de que cada paciente es único y debe recibir una prescripción farmacológica ajustada a su información genética (farmacogenética), optimizándose así la eficacia de los tratamientos, evitándose los efectos adversos que puedan tener ciertos medicamentos en cada persona, tanto de forma aislada como por su interacción con otros fármacos, hecho especialmente relevante ante la incorporación de la farmacogenómica en la Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud.
La fórmula de relación con las empresas fue Asociación para la innovación (ApI), con este esquema la primera de las soluciones tecnológicas desarrolladas es un Sistema de Prescripción Personalizada, denominado PoPS, y que ha sido desarrollado por la multinacional GMW. Adrián Rodrigo, Head of Business Solutions for Smart Health de la citada multinacional, explicó en el Simposio organizado por INUBE que el objetivo fundamental de esta herramienta es “ofrecer a los clínicos e investigadores del SES una herramienta de soporte a la prescripción farmacológica incorporando la información genética a las condiciones clínicas y tratamiento del paciente”.
Ana de la Cruz, directora de España y Portugal de Illumina, realizó la presentación de la solución tecnológica que responde al segundo de los retos planteados por el proyecto MedeA, y que consiste en un sistema para análisis farmacogenéticos denominado SiGEN, el cual, dijo, ha convertido a Extremadura en una referencia europea, pues “se trata de la primera región de la Unión en implementar un programa de farmacogenética transversal a todas las especialidades”, con respuesta a todas estas necesidades: eficacia y/o toxicidad de los fármacos; genética del paciente; capacidad predictiva de respuesta al tratamiento; tiempo de respuesta y estrategia de costes.
El tercer producto innovador es un sistema de farmacogenética aplicada a ensayos clínicos que permitirá, principalmente en oncología, determinar desde el punto de vista de la genética qué pacientes deben incluirse en un estudio o excluirse del mismo por un posible efecto adverso para esa persona. La presentación de este sistema, denominado PePS, Evaluación de pacientes y/o voluntarios sanos participantes en ensayos clínicos, la realizó Luis Ramudo Cela, director de farmacogenética de Health in Code, empresa que ha desarrollado esta solución.
Finalmente, la cuarta solución tecnológica creada, denominada SeRAM, Sistemas para la Evaluación de Reacciones Adversas a Medicamentos, ha sido desarrollado por una spin-off de la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de Madrid, Evidence-Based Behavior (EB2). Antonio Artés, directivo de esta empresa, fue el encargado de presentarla, destacando que su concepción responde al objetivo principal de crear “ un Sistema completo, que será validado en la cohorte MedeA de pacientes con trastorno mental grave y conectado con el sistema de apoyo a la prescripción farmacológica (PoPS) y la HCE (JARA), de evaluación remota de reacciones adversas a medicamentos (RAM), adherencia al tratamiento y estado físico y mental de los pacientes basado en el uso de Apps para teléfonos móviles y dispositivos sensorizados”.
Una vez cerrados los ajustes de estas herramientas y finalizados con ellos la fase de desarrollo del prototipo y piloto de MedeA, tendrá lugar el despliegue de este programa, que se producirá a lo largo de 2024, en lo que será una experiencia pionera de implementación generalizada de la farmacogenética y la medicina personalizada a nivel de población general en pacientes del Servicio Extremeño de Salud.
Estas soluciones generadas por la ApI creada por el SES con las empresas mencionadas (GMV, Illumina, Health in code, EB2) fueron presentadas en un Simposium organizado por el INUBE (Instituto de Investigación Biosanitaria de Extremadura) en colaboración con el SES. En el intervinieron, además de los representantes de las empresas citados anteriormente Demetrio Pérez, Gerente del Área de Salud de Badajoz; Luis M. Bravo. Subdirector de Farmacia del SES; Eduardo M. Cano, subdirector de Atención Especializada del SES; Silvia Torres, directora General de Planificación, Formación y Calidad Sanitarias y Sociosanitarias de la Consejería de Salud y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura; Adrián Llerena, Director Científico de MedeA, y los Investigadores del Proyecto Álvaro Lozano, Carmen Mata, Ignacio Torres, Francisco Arias, Mª Dolores Rivas y María Estévez.