NOTA DE PRENSA/SALUD: EXPERTOS DESTACAN LOS AVANCES EN ATENCIÓN INTEGRADA EN ESPAÑA Y URGEN A LA COORDINACIÓN EFECTIVA ENTRE SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES


NOTA DE PRENSA/SALUD: EXPERTOS DESTACAN LOS AVANCES EN ATENCIÓN INTEGRADA EN ESPAÑA Y URGEN A LA COORDINACIÓN EFECTIVA ENTRE SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES
EXPERTOS DESTACAN LOS AVANCES EN ATENCIÓN INTEGRADA EN ESPAÑA Y URGEN A LA COORDINACIÓN EFECTIVA ENTRE SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES

• Estas conclusiones se han propuesto en la reunión de expertos de diferentes regiones de los sectores sanitario y social promovida por la New Health Foundation (NHF), que desde 2014 promueve el Observatorio de Modelos Integrados en Salud (OMIS)

• El OMIS se encarga de identificar, analizar y dar visibilidad a las experiencias de atención integrada que se llevan a cabo en España y que quedan recogidas en el informe anual ‘Experiencias de Atención Integrada en España’

• Los resultados de la última edición de este informe se han presentado en el marco del 16th International Conference on Integrated Care que se celebra desde ayer y hasta mañana en Barcelona

Arturo Álvarez, director del OMIS
Arturo Álvarez, director del OMIS
Barcelona, 24 de mayo de 2016.- Expertos han destacado hoy en Barcelona, en el marco del 16th International Conference on Integrated Care, los avances producidos en España en relación a la atención integrada y urgen a impulsar el desarrollo de este tipo de iniciativas respetando el ámbito autonómico y las iniciativas locales, ámbitos en los que se ha constatado los principales progresos.

Esta solicitud la han realizado representantes de la New Health Foundation (NHF), que desde 2014 coordina el Observatorio de Modelos Integrados en Salud (OMIS), encargado de identificar, analizar y dar visibilidad a las experiencias de atención integrada que se llevan a cabo en España y que quedan recogidas en el informe ‘Experiencias de Atención Integrada en España’. En su segunda edición (la de 2015) este documento confirma que la atención integrada “ya no es utopía, puesto que las casi 40 experiencias ya registradas en el OMIS muestran que coordinarse es posible, aunque no sea tarea fácil. Muestra, asimismo, que no hay un único modelo de atención integrada centrada en las personas sino múltiples posibilidades que necesitan ser adaptadas a lo local. Ahora bien, estas adaptaciones locales tienen muchas más posibilidades de germinar y fortalecerse cuando se apoyan en un liderazgo claro, con el apoyo de la tecnología, que sea capaz de formular y de impulsar un amplio movimiento regional. Con ello se contribuiría a descargar la presión sobre el brazo clínico-sanitario, mejorar la calidad de la atención y la satisfacción de las personas y los profesionales, constatándose fuertes descensos en los ingresos hospitalarios, visitas a urgencias y reducción de estancia media hospitalaria”, sostiene Emilio Herrera, presidente de la NHF.
El nuevo paradigma de atención integrada vive un lustro de crecimiento desde la publicación, en 2011, del Libro Blanco de Coordinación Sociosanitaria, una iniciativa del Ministerio de Sanidad que identificó ya experiencias de coordinación sociosanitaria y atención integrada en España, y propuso 63 medidas en las dimensiones asistencial, organizativa y tecnológica, que constituían un listado muy completo de lo que se podía y debería hacer.

Desde entonces hasta la fecha se ha avanzado a nivel local y en la dimensión asistencial o de servicios (atención a domicilio, protocolos conjuntos de atención, planificación precoz de las altas hospitalarias, procedimientos de derivación entre sectores, planes de apoyo a cuidadores, etc.) y también a nivel autonómico, destacando comunidades autónomas que han implantado planes sociosanitarios y estructuras de coordinación como el País Vasco, Cataluña o Castilla y León, o promovido la coordinación sociosanitaria como una línea específica de sus programas integrales de cronicidad, como el caso de Madrid, o desde metodologías innovadoras como la Estrategia Al Lado de Andalucía.

“Al observar estas iniciativas descubrimos resultados esperanzadores. La atención integrada centrada en la persona, con la coordinación de niveles asistenciales sanitarios y sociales, consigue descargar la presión que recae sobre el ámbito clínico-sanitario, mejorar la calidad de la atención y la satisfacción de las personas y los profesionales. De aquellas intervenciones que reportan resultados, se constatan fuertes descensos en los ingresos hospitalarios, visitas a urgencias y reducción de estancia media hospitalaria”, explica el máximo representante de la NHF. “Sin embargo”, prosigue, “muchas de las medidas propuestas en el Libro Blanco siguen todavía sin haberse explorado, sobre todo en lo relativo a la generación de una cultura organizacional compartida, del desarrollo de una misión y visión conjunta y de un nuevo sistema de financiación y gestión económica”.

Esas medidas concretas que se echan en falta pasa, por ejemplo, por una Estrategia Nacional de Atención Integrada u otras como la equivalencia de mapas sanitarios y sociales, la unificación de mapas retributivos, la generación de planes formativos conjuntos, la implantación de tarjeta única social-sanitaria o la definición de un Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD) sociosanitario.

Barreras y elementos facilitadores
Una vez revisadas casi 40 experiencias, desde el OMIS se han detectado una serie de barreras y elementos facilitadores que dificultan o favorecen la puesta en marcha de medidas de atención integrada. Entre las principales barreras que dificultan la coordinación o integración destacan la no disponibilidad de sistemas de información, la resistencia al cambio de los profesionales y la rigidez de los sistemas social y/o sanitario, fundamentalmente. Apenas una cuarta parte experiencias identifican las restricciones económicas como un factor que perjudica el éxito de las experiencias, sobre todo teniendo en cuenta el periodo de crisis económica bajo el que han surgido e implementado el total de las experiencias registradas.
Por su parte, entre los elementos facilitadores se observa que el 40% de las experiencias registradas en el periodo 2014-2015 identifican el compromiso institucional como una de las claves del éxito de sus intervenciones, seguido del compromiso de los profesionales. En una tercera posición se ubicaría la disposición de los trabajadores a trabajar en equipo, como una de las medidas que facilitó el desarrollo de sus programas.

Recomendaciones

El OMIS considera 2016 un año “cargado de oportunidades” para avanzar en la implantación de este nuevo paradigma de atención integrada. Es por ello que el Observatorio invita a “profesionales, gestores, y políticos a ser valientes en las propuestas de reformas, pero teniendo muy en cuenta la necesidad de definir los resultados que buscamos conseguir antes de lanzarnos a integrar servicios, coordinar profesionales, adoptar tecnologías complejas, reformar normas o cambiar mecanismos de financiación”.

Por ello, con el fin de evolucionar hacia nuevos modelos de atención más integrados, sostenibles, efectivos y de más calidad, construidos en torno a los siguientes ejes:

1. Poner a las personas en el centro: es necesario un enfoque hacia las personas que vea al individuo como un todo en relación a su entorno; que prime las preocupaciones, necesidades y objetivos de la persona, no de las organizaciones; que se preocupe por la generación de espacios de expresión de los usuarios y familiares; y que potencie el apoyo y asistencia al cuidador. El paciente/usuario no puede tener varias puertas de entrada, varios cuidadores, sean médicos o sociales, ni, en definitiva, vías de atención sin conexión entre ellas. Recomendamos una evaluación holística de las necesidades, una única planificación de cuidados, un único punto de acceso, un único gestor de casos y la creación de equipos multidisciplinares de profesionales orientados a la atención sociosanitaria.

2. Aprovechar el talento de nuestros sistemas sanitario y social para liderar este cambio. Proponemos un sistema que, sustentado en la excelencia de sus profesionales, tanto asistenciales como gestores, prime la empatía, la actitud positiva para el cambio, la innovación, el liderazgo capacitado, etc. Construir una atención integrada requiere relaciones de alta confianza entre los distintos componentes del sistema.

3. Reconfigurar una cartera de servicios integrados que integre sus componentes desde los servicios sanitarios y sociales. Recomendamos gestionar paquetes de servicios sociales y sanitarios comunes adaptados a cada situación, en base a la coordinación de las instituciones y organizaciones proveedoras de servicios.

4. Apostar por cambios organizativos y financieros reales. Recomendamos explorar nuevas estructuras para nuevos modelos de gobernanza y planificación conjunta. Es además necesaria la flexibilización del modelo financiero, la innovación hacia modelos de gestión compatibles, una dotación presupuestaria específica y complementaria y la reorientación de estructuras a la finalidad perseguida. Y, está claro, sin olvidar asuntos obvios como la búsqueda de nuevas medidas de financiación y la optimización de costes.

5. Innovación, tecnología, información, documentación... Será necesaria una identificación única tanto de ciudadanos (pacientes, profesionales) como de recursos; la gestión de sistemas de información compartidos y una Historia Electrónica Integrada; la creación de herramientas de coordinación, colaboración y gestión del conocimiento; y la dotación de recursos a sistemas de seguimiento y evaluación de la calidad y eficiencia del sistema. Y básico, recomendamos avanzar en la aplicación de la tecnología (telemedicina, autocuidado, telemonitorización) sólo cuando esta aporte valor demostrado en términos de efectividad en la atención y eficiencia en la organización resultante de servicios.

6. Explicitar objetivos medibles y el marco evaluador de las experiencias de atención integrada desde las fases iniciales del proceso de formulación de las mismas. Es necesario establecer resultados de impacto sobre la salud y la autonomía personal de la población, desde un enfoque de sistema, escogiendo los indicadores más adecuados de actividad, procesos y resultados. Frente a “pragmáticos y alicortos encajes de piezas”, recomendamos adoptar un enfoque sistémico que explicite las metas que se persiguen y cómo se pretenden alcanzar. Es además un buen ejercicio para vacunarnos contra la creencia de que existen soluciones simples, efectistas y al corto plazo.

7. Proponemos un Pacto de Estado para el desarrollo de un modelo de atención integrada, que permita la generación de una nueva Ley General con las bases del nuevo Sistema de Nacional de Salud y Atención a la Dependencia. Y lo más necesario: el establecimiento de una política estratégica común, donde prime el compromiso y responsabilidad compartida que garantice la continuidad de resultados, y el refuerzo de una estrategia a nivel nacional con respeto al ámbito autonómico, con todo lo que ello implica: articulación de iniciativas jurídicas conjuntas, campañas de sensibilización, protocolos conjuntos de actuación y transferencia de conocimiento inter e intraterritorial.