NOTA DE PRENSA: LOS REGANTES PIDEN A LA ADMINISTRACIÓN HIDRÁULICA QUE TOME NOTA DE LA TRAGEDIA DE VALENCIA Y AGILICE LOS TRES EMBALSES PROYECTADOS EN LA PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA DEL GUADALQUIVIR


NOTA DE PRENSA: LOS REGANTES PIDEN A LA ADMINISTRACIÓN HIDRÁULICA QUE TOME NOTA DE LA TRAGEDIA DE VALENCIA Y AGILICE LOS TRES EMBALSES  PROYECTADOS EN LA PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA DEL GUADALQUIVIR
NOTA DE PRENSA


LOS REGANTES PIDEN A LA ADMINISTRACIÓN HIDRÁULICA QUE TOME NOTA DE LA TRAGEDIA DE VALENCIA Y AGILICE LOS TRES EMBALSES PROYECTADOS EN LA PLANIFICACIÓN HIDROLÓGICA DEL GUADALQUIVIR

Además de almacenar agua todos cumplirán una función esencial en la laminación de avenidas, y uno de ellos, el de San Calixto, está incluido en el Plan de Gestión de Riesgos de la Cuenca como infraestructura clave para evitar inundaciones en Écija y Palma del Río

Estos tres embalses aprobados en planificación hidrológica ya hubieran podido estar en funcionamiento, pero ninguno tiene proyecto cerrado aún, por lo que es imposible pensar en ellos como solución antes de diez años

De los tres embalses planificados, solo el menor de ellos, el Recrecimiento del Agrio, está en redacción de proyecto y podría empezar a ejecutarse dentro del actual ciclo hidrológico: en los otros dos aún no se ha licitado siquiera la redacción del proyecto

Estos tres embalses sumarían un volumen de agua almacenada de unos 350 hm3, aportando una capacidad de regulación a la Cuenca de unos 120-150 hm3/anuales

Junto a la agilización de las presas, Feragua solicita una gran inversión pública en balsas, que, con una tramitación menos dilatada, ayudarían también a mitigar los efectos de las lluvias torrenciales, aumentar la regulación y aprovechar mejor los recursos disponibles

Sevilla, 14 de noviembre de 2024. Feragua ha participado hoy en la Comisión permanente de Sequía de la Cuenca del Guadalquivir, en el que ha solicitado a la administración hidráulica que tome nota de la terrible tragedia de Valencia y agilice la tramitación de los tres embalses previstos en la planificación hidrológica del Guadalquivir: el recrecimiento del Agrio, San Calixto y Cerrada de la Puerta. Además de almacenar agua para los distintos usos, todos cumplirán una función esencial en la laminación de avenidas, y uno de ellos, el de San Calixto, está contemplado como una infraestructura estratégica dentro del Plan de Gestión de Inundaciones de la Cuenca, con un papel clave para evitar las inundaciones en Écija y Palma del Río.

El presidente de Feragua, José Manuel Cepeda, ha criticado la parálisis administrativa en obras de regulación en los últimos quince años y la falta de voluntad e iniciativa política para ejecutar las presas que estaban aprobadas en la planificación hidrológica, que “ha sido papel mojado”. De hechos, estos tres embalses llevan en la planificación desde 2009 y ya hubieran podido estar en funcionamiento si se hubieran cumplido unos plazos lógicos. La descorazonadora realidad es que ninguno tiene proyecto cerrado aún, por lo que es imposible pensar en ellos como solución antes de diez años.

De hecho, los tres embalses planificados, solo el menor de ellos, el Recrecimiento del Agrio, está en redacción de proyecto y podría empezar a ejecutarse dentro del actual ciclo hidrológico: en los otros dos aún no se ha licitado siquiera la redacción del proyecto. Concretamente, tanto San Calixto como Cerrada de la Puerta acaban de pasar la etapa de autorización de los pliegos de condiciones para la redacción de proyecto, que es el paso previo a la licitación de esa redacción de proyecto y estudio de alternativas. Estos tres embalses sumarían un volumen de agua almacenada de unos 350 hm3, aportando una capacidad de regulación a la Cuenca de unos 120-150 hm3/anuales, que serían fundamentales para paliar el déficit hídrico en el Guadalquivir.

Máxime cuando la previsión de la propia administración es que este déficit va a crecer en la Cuenca un 64% hasta 2039 a causa del cambio climático, que también incrementará los fenómenos meteorológicos adversos. Sin una sola presa actualmente en ejecución para compensar este impacto y conociendo que el período de tramitación de estas obras de regulación se prolonga más allá de diez años, el presidente de Feragua ha exigido a la administración central que diseñe y desarrolle un plan de balsas de riego o microembalses.

Con una tramitación menos dilatada y compleja, estas infraestructuras no sólo ayudarían a aumentar la capacidad de regulación sino que proporcionarían una mayor defensa frente a las lluvias torrenciales y contribuirían a una mejor gestión de los recursos disponibles, facilitando un mayor aprovechamiento de las escorrentías y una atención más directa y cercana a las necesidades de riego, disminuyendo el tiempo de respuesta entre la petición del regante y el suministros de agua. Asimismo, las balsas funcionan como infraestructuras de almacenamiento de energía, mejorando la eficiencia energética de los sistemas de riego y optimizando su correspondiente coste energético (autentica espada de Damocles sobre el sector del regadío) y, finalmente, sirven como elementos de decantación de las aguas turbias que llegan, favoreciendo el funcionamiento de los equipos de filtrado y la utilización de sistemas de riego más eficientes, como es el riego localizado.

Las balsas son en definitiva infraestructuras de modernización, además de aumento de la capacidad de regulación, y Feragua, la asociación más representativa del regadío en Andalucía, considera que la ejecución de un plan de cien balsas, con una capacidad de regulación de 1-2 hm3, podría llegar a aportar la mitad del déficit hídrico previsto, compensando el retraso en la ejecución de presas, de tramitación más larga.

De forma más ambiciosa, con una inversión de 2.000 millones de euros, podría ponerse en marcha un plan de construir 200 nuevas balsas con las que se acabaría logrando el ansiado equilibrio hídrico. El regadío demanda a la administración que estudie esta posibilidad y que declare la ejecución de estas infraestructuras como obras de interés general, para acelerar los plazos de ejecución.

Feragua ha pedido al Gobierno central un abandono radical de las políticas que hasta ahora han priorizado el medio ambiente sobre las personas y cuyas consecuencias han quedado evidenciadas en la tragedia de Valencia. “Hay que quitarle a las obras de regulación el estigma negativo que tienen y comprender que son infraestructuras “verdes” que generan riqueza, empleo, proporcionan garantía alimentaria y además salvan vidas cuando se producen lluvias torrenciales”, ha señalado José Manuel Cepeda. “Invertir en obras de regulación no es caro, lo caro es dejar de hacerlo”, ha concluido el presidente de los regantes andaluces.

Para declaraciones: Pedro Parias, secretario general de FERAGUA / 670 76 38 76
Para más información: José Antonio García Andrés / 663 410 014