NOTA DE PRENSA: LA FUNDACIÓN GOÑI Y REY RESCATA TODA LA OBRA DE FICCIÓN DE MARQUEZ VILLANUEVA EN UN VOLUMEN INÉDITO


NOTA DE PRENSA: LA FUNDACIÓN GOÑI Y REY RESCATA TODA LA OBRA DE FICCIÓN DE MARQUEZ VILLANUEVA EN UN VOLUMEN INÉDITO
LA FUNDACIÓN GOÑI Y REY RESCATA TODA LA OBRA DE FICCIÓN DE MARQUEZ VILLANUEVA EN UN VOLUMEN INÉDITO

Rinde así homenaje a quien fuera patrono de la Fundación y antiguo alumno del Colegio de San Francisco de Paula de Sevilla.

Con el título de 'Cuentos sin influencia de Borges', ve la luz una colección de relatos, algunos de ellos publicados en revistas y otros completamente inéditos, estos últimos escritos entre 2005 y 2007.

Prologada por el académico Juan Gil, la edición y el estudio crítico de estos relatos ha corrido a cargo de Luisa López Grigera, catedrática de Filología en la Universidad de Michigan.

La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo publicará el libro ‘Encrucijada de culturas. Alfonso X y su tiempo’, una recopilación de textos sobre la figura del Rey Sabio, que sirve de homenaje a Francisco Márquez Villanueva, coordinado por el profesor universitario Emilio González Ferrín.


Sevilla, 29 de noviembre de 2013.- La Fundación Goñi y Rey, promovida por el Colegio de San Francisco de Paula, ha rescatado toda la obra de ficción de Francisco Márquez Villanueva en un volumen inédito, prologado por el académico Juan Gil, y con la edición y estudio crítico de Luisa López Grigera, catedrática de Filología en la Universidad de Michigan. Con esta publicación, la Fundación, a cuyo patronato perteneció Francisco Márquez Villanueva y del que forman parte tanto Juan Gil como Luisa López Grigera, quiere rendir homenaje a quien fuera uno de los más destacados hispanistas de la segunda mitad del siglo XX y catedrático de Literatura de la Universidad de Harvard. Al acto de presentación acudieron la presidenta de la Fundación Goñi y Rey, Maribel Goñi; el delegado de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Díaz Morillo; el prologuista, Juan Gil; el Profesor y colaborador de Francisco Márquez Villanueva, Santiago López-Ríos; el Profesor y coordinador del libro 'Encrucijada de culturas: Alfonso X y su tiempo" Emilio González Ferrín; y la viuda de Francisco Márquez Villanueva, María Teresa Lorenzo.

De izquierda a derecha, Emilio González-Ferrín; Maribel Goñi; Juan Gil; María Teresa Lorenzo; Santiago López-Ríos; y Francisco Díaz Morillo.
De izquierda a derecha, Emilio González-Ferrín; Maribel Goñi; Juan Gil; María Teresa Lorenzo; Santiago López-Ríos; y Francisco Díaz Morillo.
Con el título de Cuentos sin influencia de Borges, el volumen publicado por la Fundación Goñi y Rey es una colección de siete relatos, tres de ellos publicados en revistas y los otros cuatro completamente inéditos, estos últimos escritos entre 2005 y 2007. “El gatito del Papa”, publicado en 1971; “La hija”, de 1992; y “En la embajada de Finlandia”, de la misma fecha, habían aparecido en revistas literarias. “Licorinda y Salustanquidio” (2005-2006), “Los embrujos de Sevilla” (2006); “Preñada” (2007); y “Carmen, Francisco y Luisito (En el modo de memorias)” (2006) son textos que ven la luz por primera vez. Todos ellos descubren la faceta mucho menos conocida de Márquez Villanueva como narrador, componiendo un volumen que es, en cierta forma, una sorpresa, como dice el prologuista Juan Gil, porque “en vez de ser un acabado y erudito estudio sobre un tema especializado”, como podría esperarse del autor de los textos, “es una bienvenida efusión literaria”.

“Todos conocían el elegante y purísimo estilo de que hizo gala Francisco Márquez en su producción científica, pero nadie podría sospechar que, bajo su afable apariencia de sabio maestro, se ocultase un verdadero escritor (y eso que él confiesa, en sus truncas memorias, que tenía ‘de escritor menos aún que de cura’)”, escribe el académico de la lengua y catedrático de Filología, para quien el estilo de estos cuentos tampoco responde “a la idea que nos habíamos forjado acerca de la personalidad de su autor”: “no esperábamos de Francisco Márquez concesiones a la galería, sino prosa ceñida y galana que nos obligase a pensar. Pero estos son cuentos tristes, duros, enigmáticos, por más que siempre estén transidos de humanidad y hasta brille, en situaciones desesperadas, una cierta posibilidad de redención”.

Ello no es óbice para que, en algunas de estas historias, emerja la condición de filólogo de Márquez Villanueva, como emerge igualmente el origen sevillano del autor, “como si su autor, tan enamorado de Sevilla, quisiera consolar su prolongada ausencia de la ciudad que le vio nacer de dos maneras: bien acumulando dichos y expresiones populares de la tierra chica, bien ahondando los recuerdos de su infancia y haciendo revivir a su abuela Carmen en una perfecta y logradísima semblanza”, escribe en el prólogo Juan Gil.

Según la catedrática Luisa López Grigera, autora del estudio crítico incluido en el volumen, entre los siete relatos es posible trazar una línea divisoria: “El gatito del Papa”, “La hija” y “En la embajada de Finlandia” entrarían “dentro de lo que llamamos ficción narrativa” a los que habría que unir “Carmen, Francisco y Luisito” por ser “a modo de memoria”. “Licorinda y Salustanquidio” y “Los embrujos de Sevilla”, aunque adoptan una cierta estructura narrativa, caen mejor dentro de lo que se podría llamar sátira menipea, puesto que “predomina la intención satírica y el haber sido construidos predominantemente por frases hechas y lugares comunes”, muy similares a páginas como el “Cuento de cuentos” de Quevedo y de otras más cercanas de Camilo J. Cela y de Alonso Zamora Vicente.

“El gatito del Papa”, impreso en 1971, es “una pequeña joya que mereció su traducción al alemán”, escribe Luisa López Grigera, y en el que el propio autor reconoció la influencia de un breve cuento antiguo recogido por Asín Palacios en su Crestomatía, “La gata del Santón Jûsuf de Subárbol”, cuento que había traducido como estudiante de lengua árabe. El personaje central es un papa “de ideas abiertas y conciliares”, con un “encanto” y “aire de superioridad moral que no se parecía a ninguno de sus santos antecesores en el solio”, y al que un cierto día un pequeño huérfano “rubiales” y algo “granujiento” le regala un cachorro de gato, que crece conviviendo entre los papeles y responsabilidades de su nuevo amo.

“La hija”, publicada en una revista en 1992, es un diálogo entre un padre anónimo y su hija, cuya identidad -incluso el nombre- solo se revela al final. Diálogo que, “a no ser por algunos términos hoy arcaicos, con sabor a la segunda mitad del siglo XV, podría parecer un texto moderno”, escribe Luisa López Grigera, que la define como “una preciosa pieza con la que alguien, entusiasta de la literatura del primer renacimiento, goza profundamente”: un ejercicio de imitatio “de la más alta riqueza y calidad”, en la que se unen la literatura clásica greco-latina y la literatura europea hasta los albores del Renacimiento. “Sin más se trata de la visión que el medievalista Francisco Márquez Villanueva se ha construido de la protagonista de La Celestina y de su padre. Imitatio clásica y azoriniana, con el trasfondo de elementos averroístas”, escribe la catedrática de Filología de la Universidad de Michigan.

“En la embajada de Finlandia”, también de 1992, es, según dice Luisa López Grigera, “otro ejercicio de imitación en que se entrecruzan las literaturas clásicas occidentales y orientales, y la música, además de ciertas artes visuales”. Frente a los dos anteriores, y a pesar de ser de la misma fecha, no es ni narración en tercera persona ni diálogo puro, sino “forma autobiográfica en primera persona”. El cuento recoge una historia my vívida de una visita, en una mañana de domingo a la Embajada de Finlandia, un edificio que no llamaba la atención de los vecinos y en el que se iban a producir cosas sorprendentes.
En “Preñada”, el de producción más reciente, de 2007 concretamente, y totalmente inédito, Márquez Villanueva se introduce en la piel de su personaje y nos muestra sentimientos y sensaciones de una mujer preñada. Es otro monólogo interior, en el que un narrador femenino narra su decisión de tener un hijo, la forma en que lo concebida y sobre todo sus reflexiones ante la necesidad, utilidad y derecho a tener un padre. Sobre esta pieza, Luisa López Grigera recoge las notas de la doctora María del Carmen del Castillo, que destaca “el espíritu deliciosamente femenino que nace de la pluma de un varón”, y que lo considera “maravillosamente feminista, como de Mark Twain”.

“Embrujos de Sevilla” y “Licorinda y Salustanquidio” son los dos textos que, en opinión de López Grigera, deben encuadrarse dentro de la sátira menipea. El primero de ellos, cuajado de “costumbres, tópicos y expresiones de su tierra natal”, tiene elementos de narración de la mejor clase y lleva en su título completo (“Embrujos de Sevilla. Giraldasa Producciones. Tratamiento cinematográfico”) la definición del género: un guión cinematográfico, del que escuetamente, como corresponde, sitúa lugar, tiempo y demás circunstancias. Se trata de una obra “que claramente quiere satirizar” todo el folklorismo andaluz, “sin perdonar nada o casi nada”. “La acción, que la hay, se sitúa perfectamente en los años veinte en que empieza la aviación. Una inglesa llega a Sevilla pilotando un avión. Allí la refugian con gran sentido de hospitalidad. Al mismo tiempo que se hace una sátira de la vida sevillana de los años veinte, se produce un guión cinematográfico que podría generar una película que resultaría incluso bella”, escribe López Grigera.


“De la España primitiva. Licorinda y Salustanquidio” es el título completo de la obra escrita por Márquez Villanueva en 2005-2006, y que el autor advierte de que se trata de la transcripción de un manuscrito procedente de un vetusto códice conservado en una abadía benedictina. No hay en esta obra, según indica la catedrática de Filología de la Universidad de Michigan, “coherencia en las circunstancias de lugar y de tiempo, ya que se salta de un sitio a otro y de un tiempo a otro, sin relación ni de causalidad, ni siquiera de contigüidad”. “Con todo donde más se advierte esa quiebra, que se podría llamar incoherencia, es en las circunstancias de las acciones, en las que no existen las relaciones de causalidad que desde Aristóteles se han venido preceptuando hasta el presente. De modo que una lectura superficial podría inclinarnos a pensar que el único sentido del texto es mover a risa con la sucesión de absurdos que se precipitan unos tras otros, expresados por el uso de lugares comunes y frases hechas vacíos de contenido real”, añade López Grigera.

Finalmente, en “Carmen, Francisco y Luisito”, dentro de su estilo de memorias, lo que más llama la atención, según López Grigera, es que el personaje central, Carmen, va jalonando su narración con una afirmación que todo lo que nos rodea hoy parece contradecir: “En un mundo en crisis, donde, si no todo, al menos casi todo lo que pueda significar valores positivos, está en crucial decadencia, (…) se insiste repetidamente en hacerle señalar la bondad y generosidad de la gente, hasta hacerla concluir afirmando que en todas partes hay personas buenas”, escribe la catedrática de Filología de la Universidad de Michigan, que concluye su estudio crítico de esta manera: “Así se cierra un grupo de cuentos por los que pasa abigarradamente un mundo a veces duro, a veces frío, a veces incoherente, pero siempre teñido con un aura de belleza y armonía. Belleza y armonía que sobresalen en este cuento, que nada tiene de novela rosa, en el que una anciana narra dolores y sufrimientos de una pobreza digna, pero pobreza al fin y desamparada, que se cierra con una afirmación de fe en la bondad de algunos de los humanos y en la Providencia de Dios”.


Los relatos inéditos que se publican en este volumen fueron enviados por el autor al director del Colegio de San Francisco de Paula, Luis Rey Goñi, en 2006 y 2007. De esa fecha data también el estudio de Luisa López Grigera. El autor se planteó la posibilidad de publicarnos, pero nunca la concretó, pues sus intereses científicos acaparaban su dedicación. Tras su muerte, su viuda, María Teresa Lorenzo, dio luz verde a la iniciativa de la Fundación Goñi y Rey –a la que pertenecía Márquez Villanueva- de publicarlos en un volumen con toda su producción narrativa.

Homenaje de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo: Presentación del libro ‘Encrucijada de culturas. Alfonso X y su tiempo’

La Fundación Tres Culturas del Mediterráneo ha anunciado que dedicará también su particular homenaje a la figura de Francisco Márquez Villanueva editando el libro ‘Encrucijada de culturas. Alfonso X y su tiempo’, una recopilación de artículos coordinada por el profesor universitario Emilio González Ferrín sobre la figura del Rey Sabio y su creación literaria, escritos por autores que habían trabajado estrechamente con el catedrático de Harvard. El libro incluye una extensa entrevista a Francisco Márquez Villanueva en la que opina sobre la separación entre Historia y Literatura que tradicionalmente se ha realizado en el sistema educativo español. “En 2008 la Fundación creó la Cátedra Al-Andalus y Francisco Márquez Villanueva era nuestro mentor. Llevábamos año y medio con este proyecto editorial y finalmente podremos brindárselo como homenaje”, señala el profesor González Ferrín.

El libro, tras la presentación de Elvira Saint-Gerons Herrera, directora-gerente de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, y el capítulo ‘Palabra previa’, del profesor González Ferrín, que incluye una entrevista a Francisco Márquez Villanueva, aúna 24 artículos divididos en cuatro bloques: ‘Concepto cultural’, ‘Las fronteras ibéricas’, ‘El mundo del siglo XIII’ y ‘Glosa’.

Márquez Villanueva y el Colegio de San Francisco de Paula
Francisco Márquez Villanueva fue alumno del Colegio de San Francisco de Paula en la década de los 40 y se incorporó al claustro docente como profesor de inglés en la década de los 50, hasta que se vio obligado a marcharse a Estados Unidos para poder desarrollar con plena libertad su carrera como Profesor de Literatura. La vinculación de Francisco Márquez Villanueva con el Colegio no finalizó con su marcha al extranjero, sino que visitaba continuamente el Centro, según confesaba, “de manera natural y espontánea, no forzada”. Así, en noviembre de 2012 su vinculación al Centro se selló con más fuerza al donar su fondo bibliográfico al Colegio, que decidió rotular con su nombre su Biblioteca. Días más tarde, Francisco Márquez Villanueva, comprometido con la educación y el progreso pedagógico, aceptaba el cargo de Patrono de la Fundación Goñi y Rey, constituida a finales de ese mismo mes. Francisco Márquez Villanueva era, además, uno de los cinco socios de honor de la Asociación ‘Rey Guerrero’ de Antiguos Alumnos, junto a Manuel Losada Villasante, Manuel Del Valle Arévalo, José María Luzón Nogué y Juan Antonio Yánez-Barnuevo.

Para más información: José Antonio García (95 462 27 27 / 663 410 014)
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