NOTA DE PRENSA.- EN JULIO, DE LA PIZARRA AL PUPITRE


EN JULIO, DE LA PIZARRA AL PUPITRE

La formación del profesorado es uno de los déficits históricos del sistema educativo español. Conscientes de ello, cada vez son más los centros educativos que dedican el mes de julio a la formación de sus docentes.

El director de Educación de la OCDE, y responsable del Informe PISA, Andreas Schleicher, criticó recientemente “la escasa atención que el modelo educativo español ha prestado y presta a la formación permanente de sus profesores”.

En una sociedad en constante transformación por el impacto de las nuevas tecnologías, los profesores se enfrentan al desafiante reto de preparar a alumnos que se enfrentarán a un mundo profesional que exigirá competencias y habilidades muy distintas.

El Colegio de San Francisco de Paula, en Sevilla, es uno de los que viene dedicando desde hace años un elevado número de horas, unas 85 de media anual, y recursos durante el año académico a la formación de sus docentes, preparándolos para un nuevo modelo metodológico que concede mayor protagonismo al alumno y a la aplicación del conocimiento.

El número de horas de formación exigido a profesores españoles de centros públicos para los sexenios es de 100, el mismo que cumplen en un año los docentes de Corea del Sur y Singapur, dos países que han ascendido de manera vertiginosa en el informe PISA.

Desde 2012, el colegio sevillano orienta una parte importante de esta formación a la incorporación de las nuevas tecnologías en el proceso educativo, campo para el que ha contado con la participación de especialistas mundiales como Tom Daccord y Alan November, desde el convencimiento de que la clave no está en las tecnologías sino en el uso que se haga de ellas en el aula.

Sevilla, julio de 2015.- Entre las variadas razones por las que los registros cuantitativos y cualitativos del sistema educativo español se halla en el pelotón de cola en los informes de escala internacional como el PISA, se encuentra el déficit de formación continua del profesorado. A pesar de que las diferentes leyes educativas que hemos tenido en España han realizado un reconocimiento previo de la importancia de este aspecto para la calidad de la enseñanza, lo cierto es que la preparación y actualización de conocimientos de los docentes no ha sido nunca prioridad en el sistema educativo. “La clave del éxito en educación está en la buena formación del profesorado”, señaló no hace mucho Eric Hanushek, catedrático de la Universidad de Stanford, quien puso de ejemplo a Finlandia, habitualmente punta de lanza del Informe PISA: “Entre sus prioridades está el cuidar, proteger y apostar por la evaluación continua del profesorado”.

Precisamente el director de Educación de la OCDE, y responsable del Informe PISA, Andreas Schleicher, criticó recientemente “la escasa atención que el modelo educativo español ha prestado y presta a la formación permanente de sus profesores”, y relacionó en parte esta cuestión con el índice de fracaso escolar y abogó por la necesidad de convertir toda la trayectoria de un profesor en una carrera formativa de fondo. Como por ejemplo, la de los docentes de Corea del Sur y Singapur, dos países que han ascendido de manera vertiginosa hasta la cabeza de la clasificación del informe PISA; dedican de media 100 horas anuales a su formación permanente. Esa es la cifra exigida a los profesores españoles que aspiren a un sexenio.

En los últimos años, además, y en un contexto de crisis económica, lejos de desarrollar medidas para corregir este déficit, la inversión pública dedicada a la mejora del bagaje formativo de los profesores españoles no ha dejado de disminuir. Y es que si en 2011 la partida presupuestaria para formación permanente y cursos de actualización del profesorado era de 52 millones de euros, en 2015 ha bajado hasta los 3,4 millones.

En este escenario sombrío, algunos centros privados no sostenidos por fondos públicos están apostando de forma creciente por la formación de su profesorado, conscientes de que la cualificación del docente es uno de los déficits históricos de la educación que se imparte en España y convencidos asimismo de que, en un mundo en constante evolución y transformación, no se puede educar con los métodos de hace cincuenta años. “De todas las actividades basadas en el Conocimiento, yo diría que la Educación es la única que no ha sufrido una transformación verdaderamente sustancial. No trabajamos de la misma forma que hace un siglo, ni hay sector productivo alguno que opere con las tecnologías y métodos de hace un siglo, sin embargo, básicamente, el proceso de enseñanza sigue respondiendo a los mismos parámetros de hace un siglo”, explica Cesar Prado, jefe de estudios del Colegio de San Francisco de Paula, en Sevilla, uno de los centros educativos que sí están apostando de forma decidida por la formación de su profesorado.

En este Colegio, como en otros, julio es el mes que concentra parte de la formación del año. Con los niños ya fuera de las aulas, es el momento ideal de sentar las bases del curso siguiente y de seguir actualizando los conocimientos del profesorado. Con una inversión en formación docente de aproximadamente 90.000 euros anuales, el Centro establece sesiones de diversa tipología. Un aspecto importante de la formación es el colaborativo, entre los mismos profesores, ejemplificado en el curso de Aprovechamiento de Dispositivos Electrónicos (iPad y ordenadores portátiles), con vista a la generalización de su uso en clase en todos los niveles del Centro. Los docentes reciben formación muy específica y comparten sus experiencias en tres ámbitos diferentes según las etapas educativas, las áreas de conocimiento y los dispositivos utilizados. Por un lado, los Profesores profundizan en sus conocimientos relacionados con el manejo del iPad en el aula, generalizado en el Centro desde la Escuela infantil a Quinto de primaria, lo que permitirá a los docentes “desarrollar un aprendizaje más activo y autónomo en el aula, aprovechando las posibilidades multimedia y las mejores de las más de 80.000 aplicaciones educativas que existen hoy por hoy en el App Store”, según manifiesta la Vicedirectora de Personal, Liliana Zanin. Otro de los ámbitos de este curso es la formación que reciben los Profesores de Matemáticas para el mejor aprovechamiento del software Geogebra, “un programa interactivo para el aprendizaje de las matemáticas que reúne geometría, cálculo y álgebra, permitiendo múltiples posibilidades en el aula”, asegura Zanin. Por último, y aun dentro del capítulo de formación electrónica, los Profesores a partir de Sexto de Primaria participan en un programa orientado a profundizar en el concepto de PLE (Personal Learning Environment), “que facilita al alumno tomar el control de su aprendizaje aprovechando las posibilidades que ofrece la Web con ayuda de sus profesores”.

Durante este mes, los profesores de la Escuela Infantil a Cuarto de Primaria también asistieron, a talleres de formación del Programa de la Escuela Primaria del Bachillerato Internacional, impartidos en inglés y español por dos formadores procedentes de colegios internacionales. Bajo su dirección y supervisión, los docentes han trabajado en la 'Planificación colaborativa en el PEP', indispensable para que todos los responsables de los alumnos de un determinado año o nivel participen activamente en la planificación y reflexión colaborativas.

El carácter diverso y transversal del Plan Formativo del Colegio se refleja en otras acciones programadas, como por ejemplo la Jornada de Buenas Prácticas, que se celebra por tercer año consecutivo, y en la que algunos Profesores comparten con sus compañeros experiencias realizadas durante el curso y que han resultado particularmente interesantes y provechosas en la labor docente, para que todos puedan aprovecharlas y aplicarlas adaptándolas a las circunstancias del aula. A eso se suma el Taller de Creación de ambiente positivo y motivador en el aula, organizado por la Vicedirección de alumnos y el Servicio de Orientación del propio Colegio, y una formación específica para Profesores del Departamento de Lengua Española sobre lectura eficaz, impartida por Luis Tirado, profesor y asesor de la editorial Bruño. Este taller responde al objetivo de especializar en este campo al docente y repercutir así positivamente en la intervención individualizada de los procesos lectores de los alumnos para desarrollar en ellos una mayor capacidad en las destrezas lectoras, algo que viene a colación en el último informe PISA, que muestra la correlación existente entre la comprensión lectora y los resultados en el resto de asignaturas.