NOTA DE PRENSA: 200 CIENTÍFICOS DE IBEROAMÉRICA DEMUESTRAN LA RELEVANCIA DEL FACTOR ÉTNICO PARA LA SEGURIDAD DE LOS MEDICAMENTOS


NOTA DE PRENSA: 200 CIENTÍFICOS DE IBEROAMÉRICA DEMUESTRAN LA RELEVANCIA DEL FACTOR ÉTNICO PARA LA SEGURIDAD DE LOS MEDICAMENTOS
PROGRAMA PIONERO A NIVEL MUNDIAL, FINANCIADO POR LA AGENCIA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO (AEXCID) DE LA JUNTA DE EXTREMADURA

200 CIENTÍFICOS DE IBEROAMÉRICA DEMUESTRAN LA RELEVANCIA DEL FACTOR ÉTNICO PARA LA SEGURIDAD DE LOS MEDICAMENTOS

La investigación se ha presentado en Ciudad de México, con la participación de dos investigadores extremeños, Humberto Fariñas, director del CICAB de Badajoz y presidente de RIBEF, y Adrián Llerena, director de INUBE y coordinador de RIBEF.

Es un programa pionero mundialmente, denominado MESTIFAR, financiado por la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID) de la Junta de Extremadura

En este trabajo científico genotiparon a más de 6000 personas de distinto origen étnico de poblaciones indígenas y mestizas de Iberoamérica, acreditando una gran variabilidad en su respuesta a los medicamentos.

José Ángel Calle Suárez, director de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo, destacó que Extremadura ha fortalecido su política de solidaridad internacional “hasta blindarla”, algo que permitirá que proyectos como el de la RIBEF ayuden a que las políticas públicas de la Junta de Extremadura se alíen desde el plano científico “para mejorar la universalidad del derecho a la salud en todas las partes del mundo donde trabajamos”.

El director de AEXCID destacó que gracias a este estudio logrará “la mejora de la medicalización, el respeto de las poblaciones indígenas y sobre todo las recomendaciones de la puesta en orden en la farmacología y en la industria en general” y que la cooperación extremeña va a seguir peleando por garantizar que la salud debe ser un bien global y universal y desde cada uno de los puntos de Extremadura trabajaremos para que en nuestros países socios pueda convertirse en una realidad”, comentó.

“Se trata de un gran paso adelante para evitar la brecha biotecnológica en la medicina personalizada y acercar los avances de esta a las poblaciones indígenas y mestizas de Iberoamérica”, explica el coordinador de la RIBEF y director del INUBE, el investigador Adrián Llerena.

Se constataron grandes diferencias en los genes implicados en la respuesta a fármacos, cuestionando la adecuación de las dosis estandarizadas usadas globalmente

Según el componente étnico se describieron personas con absoluta incapacidad para eliminar fármacos (del 0 al 8%) y por el contrario otras con una capacidad inusualmente acelerada (en algunas poblaciones autóctonas más del 20%).

Los científicos de la RIBEF (Red Iberoamericana de Farmacogenética y Farmacogenómica) la consideración de la etnicidad para la utilización de medicamentos y la incorporación de la medicina de precisión a las poblaciones indígenas y mestizas de América Latina

El compromiso de los expertos ha sido traducido a las lenguas autóctonas de América Latina y será presentado la semana que viene en Ciudad de México y Mérida (Yucatán), después de haber sido expuesto en España, en el Parlamento extremeño, ante el Consejo de Organizaciones Internacionales de Ciencias Médicas (CIOMS en 2019).

A la marginación económica y social, estas poblaciones han sumado históricamente la científica, pues los estudios clínicos que producen la información en la que se basan las recomendaciones para el uso de medicamentos en humanos se han realizado en otras poblaciones.
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Científicos iberoamericanos integrados en la RIBEF (Red Iberoamericana de Farmacogenética y Farmacogenómica) han demostrado la relevancia del factor étnico para la seguridad de los medicamentos. Lo han hecho en el marco de un programa pionero mundialmente, denominado MESTIFAR, financiado por la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID) de la Junta de Extremadura, y a través del cual se ha genotipado a más de 6000 personas de distinta ancestría, lo que ha permitido reunir la evidencia científica suficiente para establecer que la etnicidad debe tenerse en cuenta en los planes de seguridad de los medicamentos.

Es destacable el apoyo de la AEXCID a la RIBEF, que desde sus inicios en 2006 ha tenido como objetivo el trabajo en Red en Iberoamérica para fomentar el desarrollo de la investigación (ensayos clínicos, bioequivalencia) y la evaluación (farmacovigilancia, farmacoeconomía) del uso de medicamentos, productos naturales y biológicos, específicamente para su optimización en poblaciones originarias y mestizas de Iberoamérica con el fin de aumentar la eficacia y seguridad de su uso clínico. La ruptura del círculo enfermedad/pobreza/bajo desarrollo depende en parte del uso seguro y eficaz de los medicamentos y por ello la promoción de la investigación y evaluación epidemiológica y farmacoeconómica son pilares esenciales de los sistemas de salud”, explica el investigador extremeño y director del INUBE, Adrián Llerena.

“La cooperación extremeña se ha convertido en los últimos años en unas cooperaciones más singulares de España. Con gran voluntad de complementación, Extremadura ha fortalecido su política de solidaridad internacional hasta blindarla como se blindó hace pocos días por unanimidad en la Asamblea de Extremadura. Algunos de los avances van a permitir que proyectos como éste de la RIBEF que presentamos en México puedan convertirse en una punta de lanza donde las políticas públicas de la Junta de Extremadura se alíen desde el plano científico para mejorar la universalidad del derecho a la salud en todas las partes del mundo donde trabajamos”, ha señalado José Ángel Calle Suárez, director de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo. “La colaboración ha dado fruto en proyectos como el que presentamos con la RIBEF; que ya fue presentado en Mérida, Extremadura, España, y que desde un respeto absoluto vamos a presentar en Ciudad de México. Estamos muy satisfechos de haber logrado estos objetivos que van a permitir la mejora de la medicalización, el respeto de las poblaciones indígenas y sobre todo las recomendaciones de la puesta en orden en la farmacología y en la industria en general. La cooperación extremeña va a seguir peleando por garantizar, sobre todo después del aprendizaje dejado por la pandemia, que la salud debe ser un bien global y universal y desde cada uno de los puntos de Extremadura trabajaremos para que en nuestros países socios pueda convertirse en una realidad”, comentó.

Partiendo de los resultados de este programa, los cuarenta grupos y doscientos científicos de la RIBEF (Red Iberoamericana de Farmacogenética y Farmacogenómica) han decidido movilizarse para reclamar la incorporación del factor étnico en el estudio de la seguridad de los medicamentos. Para ello han suscrito una declaración (de Mérida/T´HÓ) que ha sido traducida a las lenguas autóctonas de América Latina y que, tras ser presentada en la Asamblea de Extremadura ante el Consejo de Organizaciones Internacionales de Ciencias Médicas (CIOMS), va a ser difundida esta semana en México, en sendos encuentros que van a celebrarse en Ciudad de México y en Mérida, respectivamente. El mensaje principal es este: la etnicidad debe tenerse en cuenta en los planes de seguridad de los medicamentos y la medicina personalizada de precisión debe llegar también a las poblaciones autóctonas de América Latina.

Ninguna investigación previa había estudiado hasta ahora la variabilidad en las respuestas a los fármacos en una cohorte tan amplia de personas con tal variedad de etnias. El programa MESTIFAR, en el que han estado implicados científicos extremeños del Instituto de Investigación Biosanitaria, INUBE, estudió a 6060 personas, residentes en distintas regiones iberoamericanas, Norte América (Monterrey, México DF y Chiapas, México), Centroamérica (Costa Rica y Nicaragua), el Caribe (Cuba), la costa pacífica de Sudamérica (Colombia, Ecuador y Perú), la costa atlántica de Sudamérica (Argentina, Brasil y Uruguay), Portugal y España. La influencia étnica es uno de los factores relacionados con la variabilidad en la respuesta a los fármacos y uno de los grandes problemas para las poblaciones autóctonas es la falta de conocimiento sobre su especificidad en la respuesta a los fármacos. Los estudios sobre medicamentos se desarrollan en unas poblaciones y se aplican en otras, y lo normal es que se desarrollan en las sociedades más avanzadas, excluyendo a las poblaciones indígenas.

A las más de 6.000 personas de la cohorte se les analizó los polimorfismos genéticos implicados en las vías principales de metabolismo y eliminación de fármacos, y marcadores moleculares de ancestría para poder realizar la clasificación poblacional. Los resultados constataron grandes diferencias en la capacidad eliminatoria de medicamentos en las diferentes poblaciones, cuestionando la adecuación de las dosis estandarizadas usadas globalmente. De hecho, según el componente étnico, se describieron personas con absoluta incapacidad para eliminar fármacos (del 0 al 8%) y por el contrario otras con una capacidad inusualmente acelerada (en algunas poblaciones autóctonas más del 20%).

Tres compromisos

Concluida la investigación, con la declaración Mérida/T´HÓ, el objetivo de los científicos de la RIBEF es pasar a la acción, promoviendo un diálogo abierto sobre etnicidad y farmacogenética en América Latina, generando compromisos específicos para mejorar la seguridad de los medicamentos en las poblaciones indígenas y mestizas, y planteando adicionalmente la necesidad del conocimiento de sus costumbres y usos sanitarios y culturales. Tres son, en concreto, los objetivos fundamentales.

El primero es lograr que la etnicidad sea uno de los factores tenidos en cuenta en los ensayos clínicos de fármacos en estas poblaciones. Dicho de otra forma, que la variabilidad farmacogenética, como factor determinante de la respuesta a medicamentos, y por tanto de la salud, sea efectivamente considerada en el proceso de investigación clínica, de acuerdo a los resultados aportados por MESTIFAR. Se trata, en suma, de promover la optimización de la respuesta a tratamientos farmacológicos en poblaciones autóctonas y mestizas latinoamericanas y llevar a estas poblaciones los desarrollos de la farmacogenética y la medicina individualizada, evitando o aminorando la brecha biotecnológica actual.

En segundo lugar, los investigadores biosanitarios también reclaman la consideración del contexto sociocultural, ya que determina las creencias, los valores, la estructura social y familiar, la lengua, los hábitos, las creencias, etc. Especialmente relevante es la cada vez más común coexistencia de la salud entendida según la visión occidental (alopática) con prácticas de medicina tradicional. En este entorno, en muchos casos la medicina tradicional es considerada más efectiva, menos costosa y más accesible, por lo que se utiliza frecuentemente de manera simultánea, sin conocimiento de los profesionales sanitarios. Es particularmente relevante para Enfermedades Crónicas no Trasmisibles, cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias, diabetes, etc. Por tanto, los expertos entienden de gran utilidad evaluar este factor en el diseño y análisis de Ensayos Clínicos, e incluir el conocimiento de la Medicina Tradicional en la educación biosanitaria con el fin de aumentar la eficacia de la prescripción en general y de la investigación clínica con medicamentos en particular.

Por todo lo anterior, los científicos de RIBEF estiman fundamental la formación del equipo investigador y subrayan que en el proceso educativo de los investigadores clínicos, deberían incluirse habilidades y desarrollo de actitudes que les permitan abordar estudios en estos contextos socioculturales complejos, donde conviven la medicina tradicional con la alopática. La formación en valores universales, relacionada con las actitudes que promuevan las características personales de los clínicos e investigadores, es imprescindible para aumentar la calidad de la investigación clínica en general y en poblaciones vulnerables en particular.

Un paso adelante

El compromiso adquirido en el seno de la RIBEF es un gran paso adelante para evitar la brecha biotecnológica en la medicina personalizada y acercar los avances de esta a las poblaciones indígenas y mestizas de Iberoamérica. A la marginación económica y social, estas poblaciones han sumado históricamente la científica, pues los estudios clínicos que producen la información en la que se basan las recomendaciones para el uso de medicamentos en humanos se han realizado en otras poblaciones.

La asimetría es enorme, pues mientras en Europa y en los países desarrollados se aspira a la Medicina Individualizada o de Precisión (para minimizar los fallos) -y de hecho ese es uno de los retos de investigación de la Unión Europea del Programa de Investigación actual H2020, y de la mayoría de los países desarrollados- en poblaciones indígenas o mestizas no se dispone tan siquiera de la información específica para realizar recomendaciones adaptadas a su perfil poblacional (según sus características étnicas).

Los investigadores de la RIBEF reclaman la aplicación de la medicina personalizada de precisión a las poblaciones de América Latina, a fin de no aumentar la brecha biotecnológica. Adicionalmente, señalan que la farmacogenética y la medicina personalizada pueden optimizar la medicina tradicional, generándose una simbiosis enriquecedora entre varios consensos o concepciones: la medicina tradicional ancestral (con gran utilidad de hierbas medicinales) y la occidental (basada sobre todo en fármacos).


Para más información, contactar con José Antonio García/Manuela Hernández. Gabinete de Prensa RIBEF. Telf: 663410014/ 651867278