LAS 15 COSAS QUE NO HAY QUE DECIRLE A UN NIÑO SI QUIERE CULTIVARSE EN ÉL UNA MENTALIDAD EMPRENDEDORA


El Colegio de San Francisco de Paula lanza una guía de recomendaciones para cultivar en los niños la mentalidad emprendedora.- Estas recomendaciones han sido elaboradas a partir de las opiniones manifestadas por padres y ex alumnos empresarios y de las propias conclusiones del equipo de profesores, tutores y psicólogos del centro.

LAS 15 COSAS QUE NO HAY QUE DECIRLE A UN NIÑO SI QUIERE CULTIVARSE EN ÉL UNA MENTALIDAD EMPRENDEDORA

La LOMCE llegará el curso que viene a Secundaria y Bachillerato y una de las competencias nuevas que promueve es “el sentido de iniciativa y espíritu emprendedor”. El Colegio de San Francisco de Paula, con una gran tradición de empresarios formados en sus aulas, y de acuerdo con la metodología del Bachillerato Internacional, viene trabajando de forma sistemática en sus aulas esta competencia subrayada ahora por la LOMCE, potenciando la creatividad de los alumnos, su capacidad de indagación y de trabajo en equipo, la aplicación del conocimiento en problemas de la vida real y el desarrollo de proyectos personales. Asimismo, en los últimos años, ha incorporado a su oferta de actividades extralectivas programas específicos relacionados con la mentalidad emprendedora, la creatividad y las competencias tecnológicas. Incorporando conclusiones y resultados de estas de experiencias, y de las reuniones mantenidas con antiguos alumnos y padres emprendedores, el Servicio de Orientación del Colegio ha elaborado una serie de recomendaciones para familias interesadas en trabajar la mentalidad emprendedora de sus hijos desde que son pequeños, también en casa.


De acuerdo con estas recomendaciones, que pueden consultarse en www.sfpaula.com, estas son las quince frases típicas que, muchas veces, los padres decimos a nuestros hijos, y que sin embargo nunca se le debería decir a un niño al que se le quiere cultivar la mentalidad emprendedora:


1. “Deja, que ya te lo hago yo”.- Típica afirmación de padre o madre sobreprotector, preocupado por evitar cualquier tipo de problema a sus hijos. “El deja, que ya lo hago yo, el tú no te preocupes, que yo te lo soluciono, debe desaparecer de nuestro lenguaje y sobre todo de nuestra mentalidad con los niños. Que lo hagan mal, que se equivoquen haciéndolo, que tengan preocupaciones y frustraciones, forma parte del proceso de aprendizaje. La sobreprotección merma la autonomía y la capacidad de iniciativa, básicas para la mentalidad emprendedora”, señala la primera de las recomendaciones del Colegio a los padres.

2. “Esto es lo que tienes que hacer”.- Decidir por nuestros hijos tampoco es el mejor camino para potenciar una mentalidad emprendedora. “No tomemos las decisiones por ellos, no les digamos qué es lo que tienen que hacer, no les indiquemos las respuestas a las preguntas de la vida. En vez de eso, proporcionémosles argumentos para que ellos decidan, abrámosle el abanico de posibilidades y eduquémosles en la cultura de que son ellos los que tienen la responsabilidad sobre sus vidas y sus decisiones, y no las deben delegar sobre otros, ni siquiera sobre sus padres”.

3. “Olvídate del castigo, me encargaré de que te lo levanten”.- Según dice la tercera de las recomendaciones del Colegio, hay que enseñar a los niños que “la libertad de decisión tiene su contrapartida, que es la responsabilidad. Tú decides, y tú eres responsable de tus aciertos y de tus errores. Pagar por los errores, en sentido metafórico, es también fundamental. Como padres cuesta aceptarlo, pero permitirles que se equivoquen y ayudarlos a que corrijan sus errores es mucho mejor que ayudarlos a que nunca se equivoquen”.

4. “Siempre hay una respuesta correcta”.- No, no siempre la hay. Y sobre todo no siempre puede saber de antemano cuál es. “En la vida, no hay un manual de instrucciones, no se sabe cuál es la respuesta correcta… hasta que se responde. Y a veces ni después de responder. El riesgo es consustancial a la toma de decisiones, y a veces inevitable. ¿Y si me equivoco? Si te equivocas no pasa nada, porque todos nos equivocamos”

5. “No te preocupes, que ya te busco yo la información y te explico cómo enfocarlo”.- En su guía de recomendaciones, el Colegio explica a los padres que hay que evitar también darles “mascado” el trabajo a los niños y que son precisamente aquellos donde el niño se ve desorientado al principio, sin una idea clara de cómo afrontarlos, los que tienen mayor valor para fomentar su autonomía e iniciativa. Se trata de una cultura que ya ha llegado a la empresa hace años: la cultura del trabajo por objetivos y no por tareas, y que, sin embargo, aún no se ha incorporado a la educación. “Cómo nos fastidian esos trabajos en los que vemos a nuestros hijos desorientados, sin saber cómo meterles mano. Preferimos los deberes que vienen con todo claro, esos en los que se sientan en la mesa y saben perfectamente lo que tienen que hacer. Sin embargo, los trabajos de la vida real se parecen muy poco a eso. Y en un proyecto empresarial, mucho menos. Es normal estar desorientado al principio, es normal no saber cómo abordar objetivos y proyectos complejos. Enfrentar a los niños a estas situaciones es esencial no ya para que sean emprendedores sino para su carrera profesional. Porque ya se tiende a trabajar por objetivos, no por tareas”, dice una de las recomendaciones del Colegio.

6. “Ve sobre seguro y no te expongas, porque rectificar cuesta mucho más”.- “¿Queremos educar a nuestros hijos en la cultura y en la convicción de que lo principal es evitar las caídas o en la cultura de que las caídas son inevitables, y que lo normal es caerse y levantarse? La mentalidad empresarial está asociada a la segunda”, recuerda el Colegio en sus recomendaciones.

7. “Tú lánzate, que ya improvisarás por el camino”.- De las conversaciones con empresarios, el equipo de profesores, tutores y psicopedagogos del Colegio ha concluido que el riesgo es un concepto inherente a la actitud emprendedora, pero el buen empresario minimiza los riesgos todo lo que puede. “Cierto sentido de la aventura debe presidir la vida de nuestros hijos, pero enseñarlos a pensar en lo que pueden necesitar para la aventura es tan necesario como animarles a ella”, dice una de las recomendaciones para padres. En consecuencia, aventura y riesgo sí, pero con planificación y conocimiento.

8. “Lo has intentando y has fracasado. Aprende la lección”.- “El único fracaso es no intentarlo, el fracaso es no hacer las cosas… por miedo a fracasar”, dice el Colegio en sus recomendaciones.

9. “No lo vas a conseguir, es inútil que malgastes tu tiempo”.- Los niños deben aprender a situar las expectativas a la altura de la realidad y de sus posibilidades, pero esas posibilidades, con actitud, esfuerzo y motivación, suelen estar mucho más altas de lo que habitualmente pensamos para ellos. En cualquier caso, es mucho mejor que los niños descubran por sí mismos si pueden o no pueden llegar, y no que sus padres se lo digan de antemano.

10. “No tienes remedio”.- Frente al “no tienes remedio”, el “tú sí que vales”. “Fomentarles la autoestima es fundamental. No se conoce ningún caso de empresario que no creyera en sí mismo. Que no se viera capaz. Que se derrumbara a las primeras de cambio. ¿Qué tipo de comunicación tenemos con nuestros hijos: una comunicación estimulante y pensada para resaltar sus cualidades, o una que sólo subraya sus defectos? ¿Cuál fue la última vez que le dijimos lo brillantes que eran por algo que hicieron?”, dice una de las recomendaciones del Colegio.

11. “Te llevas todo el día inventando, a ver cuándo haces algo útil”.- “Que crean en sí mismos y que creen. Fomentarles el gusto por inventar o por reinventar, copiando pero con un enfoque nuevo. Dibujar, escribir relatos, pensar, tener ideas… cuanto más estimulen su imaginación y creatividad, mucho mejor”, dice la guía del Colegio. De modo que sí, que inventen, porque tal vez no sean pamplinas lo que pueden llegar a hacer.

12. “Quedándote cerca de nosotros, nunca te faltará de nada”.- Muy humano y muy comprensible, tener como aspiración en la vida que los hijos estén siempre cerca. Sin embargo, estrechándoles geográficamente el horizonte vital, conformándoles con la posibilidad de vivir cómodamente, cerca de sus padres, no les ayudamos desde luego a desarrollar ningún espíritu emprendedor.

13. “¿Para qué vas a viajar si ya sabes idiomas?” En el Colegio de San Francisco de Paula los niños salen hablando inglés perfectamente, muchos con el certificado de Advance (algunos incluso con el Proficiency, equivalente a nivel nativo) bajo el brazo. Todos reciben además formación en un tercer idioma (francés, alemán o árabe) suficiente para desenvolverse en ese idioma. E incluso también tienen la posibilidad de estudiar chino. Con ese bagaje, la tentación puede ser decirles a los hijos: ¿y para qué vas a viajar, si ya sabes idiomas? Sin embargo, viajar y ver mundo es la manera más directa de abrir la mente y explorar nuevas posibilidades.

14. “Búscate un trabajo seguro y estable”.- Si cuando hablamos con nuestros hijos, lo que les recomendamos es un trabajo que sea para toda la vida, y primamos la estabilidad y la seguridad como el factor clave para la carrera profesional, no estamos desde luego ayudándoles a moldear una vocación emprendedora.

15. “Sobre todo, no te compliques la vida”.- “¿Cuál es el concepto de calidad de vida en el que estamos educando a nuestros hijos: en tener muchas horas libres o en ser dueño de su tiempo y de su vida? Si en nuestro pensamiento anida la convicción de que el mejor trabajo es uno con un horario de ocho a tres de la tarde y que no les exija demasiado, será difícil que nuestros hijos crezcan con un convencimiento diferente”, dice la última de las recomendaciones del Colegio.