Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace España, participó en el Foro de Cádiz con una conferencia titulada “Revolución renovable. El camino hacia la sostenibilidad”, en la que abordó el problema del cambio climático y exigió a los políticos medidas eficientes y acción en lugar de palabras. El activista español fue presentado por María Dolores Gómez, jefa de Obra Social de Cajasol.
Las primeras palabras de López de Uralde fueron para exponer la gravedad de la situación en los que se refiere al cambio climático, ya que las emisiones de CO2 en la atmósfera no se han reducido sino que cada año siguen aumentando. Esto es debido a que, a diferencia de hace millones de años, los bosques y océanos “no son capaces de absorber la cantidad de CO2 que generamos”, además de la fulgurante entrada de nuevos países emergentes como China, Brasil o India que han elevado el nivel de emisiones de manera preocupante.
Pero para el directivo de Greenpeace lo más indicativo del cambio climático es que “nuestra organización ha realizado estudios y hemos detectado que en el ártico están apareciendo mosquitos mientras que en Europa muchas especies de aves no realizan sus habituales viajes migratorios. Las cosas están cambiando y los humanos no nos damos cuenta porque vivimos de espaldas a la naturaleza”. En este sentido, hizo autocrítica al afimar que " no hemos sido capaces de transmitir a la sociedad la gravedad del problema del cambio climático".
A continuación, López de Uralde se centró en analizar la conferencia de Copenhague donde los grupos ecologistas sufrieron una enorme decepción al comprobar que no se llegaba a ningún acuerdo, después de que el panel de científicos -reunidos por las Naciones Unidas para analizar el cambio climático- indicará con total unanimidad que el hombre está cambiando el clima. Según López de Uralde, “los políticos debían de haber llegado en Copenhague a un acuerdo vinculante, justo y ambicioso, pero solamente han dialogado sin mostrar voluntad para resolver el problema”. Para el activista español, en la capital danesa se debía de haber adquirido un acuerdo que incluyera el compromiso del 40% de reducción de emisiones para 2020; los compromisos de reducción de países emergentes como China, Brasil o India; el establecimiento de un fondo de financiación para ayudar a cambios en la política energética y, por último, realizar acciones para frenar la deforestación de los bosques tropicales.
Para López de Uralde, los motivos del fracaso de la Cumbre de Copenhague se podrían resumir en la falta de voluntad de los países, la falta de liderazgo internacional, el desastre organizativo –incluida la persecución de la sociedad civil- y la actuación en la sombra de un poderoso lobby que moviliza inmensos recursos para impedir que se frenen las emisiones que causan el cambio climático.
Para concluir su intervención, López de Uralde se preguntó cómo resolver con el problema y propuso algunas ideas para una nueva estrategia como focalizar la lucha en la consecución de objetivos en estados/países/regiones, buscando la movilización local; incrementar la presión sobre Estados Unidos y China, principales responsables de la situación actual; forzar a un mayor compromiso de la Unión Europea; alzar la voz contra los intereses que se esconden tras el negacionismo climático y, por último, continuar construyendo un movimiento ciudadano global. Además, solicitó de los políticos la introducción de medidas para que el consumo de energía sea más eficiente y que se cambie el modelo de la dotación energética para crear una revolución en la sociedad. Un modelo que pasa por la utilización de energías alternativas como la eólica, fotovoltaica, termosolar, de olas, geotérmica y de biomasa.
El Foro de Cádiz es una iniciativa promovida por el Casino Gaditano, el Diario de Cádiz y Cajasol que tiene por objetivo desarrollar actividades, como conferencias y debates, mesas redondas, jornadas y encuentros de diversa índole. Es un espacio creado para el diálogo y el debate cuyos principales objetivos es enriquecer el discurso de Cádiz y Andalucía, y poner en contacto a los ciudadanos con las ideas, informaciones y corrientes que marcan la vanguardia de nuestro tiempo.
Las primeras palabras de López de Uralde fueron para exponer la gravedad de la situación en los que se refiere al cambio climático, ya que las emisiones de CO2 en la atmósfera no se han reducido sino que cada año siguen aumentando. Esto es debido a que, a diferencia de hace millones de años, los bosques y océanos “no son capaces de absorber la cantidad de CO2 que generamos”, además de la fulgurante entrada de nuevos países emergentes como China, Brasil o India que han elevado el nivel de emisiones de manera preocupante.
Pero para el directivo de Greenpeace lo más indicativo del cambio climático es que “nuestra organización ha realizado estudios y hemos detectado que en el ártico están apareciendo mosquitos mientras que en Europa muchas especies de aves no realizan sus habituales viajes migratorios. Las cosas están cambiando y los humanos no nos damos cuenta porque vivimos de espaldas a la naturaleza”. En este sentido, hizo autocrítica al afimar que " no hemos sido capaces de transmitir a la sociedad la gravedad del problema del cambio climático".
A continuación, López de Uralde se centró en analizar la conferencia de Copenhague donde los grupos ecologistas sufrieron una enorme decepción al comprobar que no se llegaba a ningún acuerdo, después de que el panel de científicos -reunidos por las Naciones Unidas para analizar el cambio climático- indicará con total unanimidad que el hombre está cambiando el clima. Según López de Uralde, “los políticos debían de haber llegado en Copenhague a un acuerdo vinculante, justo y ambicioso, pero solamente han dialogado sin mostrar voluntad para resolver el problema”. Para el activista español, en la capital danesa se debía de haber adquirido un acuerdo que incluyera el compromiso del 40% de reducción de emisiones para 2020; los compromisos de reducción de países emergentes como China, Brasil o India; el establecimiento de un fondo de financiación para ayudar a cambios en la política energética y, por último, realizar acciones para frenar la deforestación de los bosques tropicales.
Para López de Uralde, los motivos del fracaso de la Cumbre de Copenhague se podrían resumir en la falta de voluntad de los países, la falta de liderazgo internacional, el desastre organizativo –incluida la persecución de la sociedad civil- y la actuación en la sombra de un poderoso lobby que moviliza inmensos recursos para impedir que se frenen las emisiones que causan el cambio climático.
Para concluir su intervención, López de Uralde se preguntó cómo resolver con el problema y propuso algunas ideas para una nueva estrategia como focalizar la lucha en la consecución de objetivos en estados/países/regiones, buscando la movilización local; incrementar la presión sobre Estados Unidos y China, principales responsables de la situación actual; forzar a un mayor compromiso de la Unión Europea; alzar la voz contra los intereses que se esconden tras el negacionismo climático y, por último, continuar construyendo un movimiento ciudadano global. Además, solicitó de los políticos la introducción de medidas para que el consumo de energía sea más eficiente y que se cambie el modelo de la dotación energética para crear una revolución en la sociedad. Un modelo que pasa por la utilización de energías alternativas como la eólica, fotovoltaica, termosolar, de olas, geotérmica y de biomasa.
El Foro de Cádiz es una iniciativa promovida por el Casino Gaditano, el Diario de Cádiz y Cajasol que tiene por objetivo desarrollar actividades, como conferencias y debates, mesas redondas, jornadas y encuentros de diversa índole. Es un espacio creado para el diálogo y el debate cuyos principales objetivos es enriquecer el discurso de Cádiz y Andalucía, y poner en contacto a los ciudadanos con las ideas, informaciones y corrientes que marcan la vanguardia de nuestro tiempo.
