Unos diez mil regantes andaluces, pertenecientes a comunidades de regantes adscritas a Feragua, han participado en la Manifestación que se ha celebrado hoy en Madrid, convocada por las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA y la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore). En ella han demandado soluciones contra el abusivo incremento de la factura eléctrica para el regadío, provocado por la liberalización del mercado eléctrico y por la utilización de sistemas de riego más eficientes pero también de mayor consumo energético como consecuencia del proceso de modernización en que está inmerso el regadío.
Feragua, ha advertido que está en peligro la viabilidad económica de las más de 780.000 hectáreas del campo andaluz que han realizado en los últimos años grandes inversiones en la implantación de estos nuevos sistemas de riego (por aspersión y localizado) más eficientes y avanzados. Hasta el punto de que la subida de los costes eléctricos que han sufrido desde 2005 las aboca a una paradójica y casi esperpéntica decisión: o desaparecer como consecuencia de la modernización o renunciar a aplicar los nuevos sistemas en los que tanto las propias comunidades como la administración pública han realizado de forma conjunta una inversión millonaria.
La presidenta de Feragua, Margarita Bustamante, que ha participado en la movilización de esta mañana, ha denunciado que el Gobierno central se encuentra ahora mismo “mirando hacia otro lado” mientras el regadío se arruina, “electrocutado por el aumento de los costes eléctricos asociado a un proceso de liberalización mal gestionado que en vez de desembocar en un régimen de libre competencia y con tarifas más bajas ha acabado consolidando algo parecido a un oligopolio y con las tarifas por las nubes”. En Andalucía, los cálculos de Feragua son que los términos de potencia se han incrementado entre un 100 y un 500%, según tipos de contrato, y los de energía, más de un 40 y 90%, lo que da una subida media de costes eléctrico del 90%, que en algunos casos sobrepasa el 150 %, algo que lleva a la agricultura de riego a una situación de “verdadera insostenibilidad”, en palabras de Margarita presidenta de Feragua.
En este sentido, Bustamante ha advertido al Ejecutivo que el nuevo modelo productivo no se construye sólo favoreciendo los sectores emergentes, sino convirtiendo la innovación y la sostenibilidad en una estrategia transversal de crecimiento económico, y por tanto promoviendo también este esfuerzo en sectores tradicionales, máxime en sectores como el agrícola, con un peso fundamental en la economía, en el empleo y en el asentamiento de las poblaciones rurales. A este respecto, la presidenta de Feragua ha recordado que el regadío andaluz, que ocupa únicamente el 25% de la superficie cultivada, produce sin embargo el 60% de la producción final agraria y genera un 60% del empleo agrícola, estimándose en 180.000 empleos directos la actividad del regadío en Andalucía. Asimismo, es el principal responsable de que la balanza comercial de la región sea positiva, representando las exportaciones agroalimentarias el 40 % del total andaluz. También, ha señalado que el regadío produce el 2% del PIB del conjunto de España y da empleo al 4% de la mano de obra ocupada, mientras que en Andalucía estos porcentajes suben al 3,8% y 8%, respectivamente, siendo el complejo agroindustrial el primer subsector industrial de Andalucía. Por último, ha subrayado que una hectárea de regadío tiene una productividad seis veces superior a una de secano y genera una renta cuatro veces superior, una renta que además de ser considerablemente mayor, presenta la ventaja de ser más segura al depender menos de las condiciones meteorológicas. Este aumento de la productividad y la riqueza tiene una importante mejora en el empleo generado: mientras una hectárea de secano genera 0.037 empleos directos, una de regadío genera 0.141 empleo, diferencias que en algunas zonas de litoral son sensiblemente superiores, pudiendo llegar a producir 50 veces más empleo una hectárea de regadío que una de secano.
La apuesta de los regantes andaluces por la modernización del regadío con el objetivo de ahorrar agua, diversificar hacia cultivos con producciones de calidad orientados al mercado y mejorar la calidad de vida de los agricultores ha supuesto un fuerte endeudamiento del sector, que no pude soportar tarifas eléctricas del doble de las existentes cuando se decidieron modernizarse, lo que se agrava por los bajos precios percibidos por los agricultores en la actualidad. En este momento, el sistema de riego predominante en Andalucía es el riego localizado con más del 70 %, seguido del riego por gravedad con un 19 % y el riego por aspersión un 10 %, siendo la región española con más porcentaje de sistemas de aplicación de riego localizado de alta eficiencia, representando mas del 45 % del total nacional.
Para combatir la subida de costes eléctricos y sacar el campo del cortocircuito económico y financiero en el que este se encuentra, los regantes andaluces solicitan, de forma unánime con sus colegas del resto de España, la aprobación urgente de un Plan de Sostenibilidad de los Regadíos que mejore las condiciones económicas de su modernización y costes energéticos, con las siguientes medidas:
• Mejora de las condiciones económicas y de la financiación de la modernización del regadío incluyendo el equipamiento en parcela.
• Aplicar un IVA reducido al suministro eléctrico para las Comunidades de Regantes como se aprobó en el Congreso de los Diputados y en el Senado.
• En relación al término de potencia, que las Comunidades de Regantes paguen por la potencia real registrada y no por la potencia teórica contratada durante los doce meses del año aunque no se riegue, o poder hacer al menos dos contratos al año.
• Priorizar las autorizaciones y concesiones a las Comunidades de Regantes para la producción de energías renovables.
• Creación de una Energía profesional con costes reducidos asumibles por el regadío, similares a la tarifa de riego derogada.
Todas estas demandas y posibles soluciones se han escenificado hoy en el transcurso de la movilización que ha llevado a más de 40.000 agricultores regantes procedentes de todos los puntos de España, incluidas las islas, desde la plaza de Cibeles hasta Atocha, portando pegatinas, carteles y pancartas con mensajes como “con estas tarifas, están electrocutando el campo español”, “tarifas eléctricas de muerte”, “alta tensión para el regadío”, “menos bombillas y mejores tarifillas”, o “por un IVA reducido para el regadío”, entre otras.
Feragua, ha advertido que está en peligro la viabilidad económica de las más de 780.000 hectáreas del campo andaluz que han realizado en los últimos años grandes inversiones en la implantación de estos nuevos sistemas de riego (por aspersión y localizado) más eficientes y avanzados. Hasta el punto de que la subida de los costes eléctricos que han sufrido desde 2005 las aboca a una paradójica y casi esperpéntica decisión: o desaparecer como consecuencia de la modernización o renunciar a aplicar los nuevos sistemas en los que tanto las propias comunidades como la administración pública han realizado de forma conjunta una inversión millonaria.
La presidenta de Feragua, Margarita Bustamante, que ha participado en la movilización de esta mañana, ha denunciado que el Gobierno central se encuentra ahora mismo “mirando hacia otro lado” mientras el regadío se arruina, “electrocutado por el aumento de los costes eléctricos asociado a un proceso de liberalización mal gestionado que en vez de desembocar en un régimen de libre competencia y con tarifas más bajas ha acabado consolidando algo parecido a un oligopolio y con las tarifas por las nubes”. En Andalucía, los cálculos de Feragua son que los términos de potencia se han incrementado entre un 100 y un 500%, según tipos de contrato, y los de energía, más de un 40 y 90%, lo que da una subida media de costes eléctrico del 90%, que en algunos casos sobrepasa el 150 %, algo que lleva a la agricultura de riego a una situación de “verdadera insostenibilidad”, en palabras de Margarita presidenta de Feragua.
En este sentido, Bustamante ha advertido al Ejecutivo que el nuevo modelo productivo no se construye sólo favoreciendo los sectores emergentes, sino convirtiendo la innovación y la sostenibilidad en una estrategia transversal de crecimiento económico, y por tanto promoviendo también este esfuerzo en sectores tradicionales, máxime en sectores como el agrícola, con un peso fundamental en la economía, en el empleo y en el asentamiento de las poblaciones rurales. A este respecto, la presidenta de Feragua ha recordado que el regadío andaluz, que ocupa únicamente el 25% de la superficie cultivada, produce sin embargo el 60% de la producción final agraria y genera un 60% del empleo agrícola, estimándose en 180.000 empleos directos la actividad del regadío en Andalucía. Asimismo, es el principal responsable de que la balanza comercial de la región sea positiva, representando las exportaciones agroalimentarias el 40 % del total andaluz. También, ha señalado que el regadío produce el 2% del PIB del conjunto de España y da empleo al 4% de la mano de obra ocupada, mientras que en Andalucía estos porcentajes suben al 3,8% y 8%, respectivamente, siendo el complejo agroindustrial el primer subsector industrial de Andalucía. Por último, ha subrayado que una hectárea de regadío tiene una productividad seis veces superior a una de secano y genera una renta cuatro veces superior, una renta que además de ser considerablemente mayor, presenta la ventaja de ser más segura al depender menos de las condiciones meteorológicas. Este aumento de la productividad y la riqueza tiene una importante mejora en el empleo generado: mientras una hectárea de secano genera 0.037 empleos directos, una de regadío genera 0.141 empleo, diferencias que en algunas zonas de litoral son sensiblemente superiores, pudiendo llegar a producir 50 veces más empleo una hectárea de regadío que una de secano.
La apuesta de los regantes andaluces por la modernización del regadío con el objetivo de ahorrar agua, diversificar hacia cultivos con producciones de calidad orientados al mercado y mejorar la calidad de vida de los agricultores ha supuesto un fuerte endeudamiento del sector, que no pude soportar tarifas eléctricas del doble de las existentes cuando se decidieron modernizarse, lo que se agrava por los bajos precios percibidos por los agricultores en la actualidad. En este momento, el sistema de riego predominante en Andalucía es el riego localizado con más del 70 %, seguido del riego por gravedad con un 19 % y el riego por aspersión un 10 %, siendo la región española con más porcentaje de sistemas de aplicación de riego localizado de alta eficiencia, representando mas del 45 % del total nacional.
Para combatir la subida de costes eléctricos y sacar el campo del cortocircuito económico y financiero en el que este se encuentra, los regantes andaluces solicitan, de forma unánime con sus colegas del resto de España, la aprobación urgente de un Plan de Sostenibilidad de los Regadíos que mejore las condiciones económicas de su modernización y costes energéticos, con las siguientes medidas:
• Mejora de las condiciones económicas y de la financiación de la modernización del regadío incluyendo el equipamiento en parcela.
• Aplicar un IVA reducido al suministro eléctrico para las Comunidades de Regantes como se aprobó en el Congreso de los Diputados y en el Senado.
• En relación al término de potencia, que las Comunidades de Regantes paguen por la potencia real registrada y no por la potencia teórica contratada durante los doce meses del año aunque no se riegue, o poder hacer al menos dos contratos al año.
• Priorizar las autorizaciones y concesiones a las Comunidades de Regantes para la producción de energías renovables.
• Creación de una Energía profesional con costes reducidos asumibles por el regadío, similares a la tarifa de riego derogada.
Todas estas demandas y posibles soluciones se han escenificado hoy en el transcurso de la movilización que ha llevado a más de 40.000 agricultores regantes procedentes de todos los puntos de España, incluidas las islas, desde la plaza de Cibeles hasta Atocha, portando pegatinas, carteles y pancartas con mensajes como “con estas tarifas, están electrocutando el campo español”, “tarifas eléctricas de muerte”, “alta tensión para el regadío”, “menos bombillas y mejores tarifillas”, o “por un IVA reducido para el regadío”, entre otras.