EL 52% DE LAS PERSONAS CON ASMA NO ESTÁN DIAGNÓSTICADAS Y EL 47% DE LOS PACIENTES NO TIENE UN BUEN CONTROL DE SU ENFERMEDAD



EL 52% DE LAS PERSONAS CON ASMA NO ESTÁN DIAGNÓSTICADAS Y EL 47% DE LOS PACIENTES NO TIENE UN BUEN CONTROL DE SU ENFERMEDAD
Sevilla, 3 de mayo de 2010.- Más de 300 millones de personas en el mundo padecen asma aunque las cifras varían de unos países a otros. Así, en adultos la prevalencia en España de esta patología crónica es inferior a la de los países anglosajones y centroeuropeos. De hecho, el “Estudio Europeo de Salud Respiratoria” (ECRHS-I) realizado entre 1990 y 1992, en nuestro país constató, en una muestra aleatoria de población de 20 a 44 años, unas tasas del 4,7 por ciento en Albacete, del 3,5 en Barcelona, del 1,1 en Galdakano, del 1 en Huelva y del 1,7 en Oviedo.

En el período comprendido entre los años 2010 y 2012 se va a realizar el “Estudio Europeo de Salud Respiratoria (ECRHS III)” en España. Con este tercer seguimiento llevado a cabo con la población que participó en el ECRHS II, en un grupo cuyas edades oscilan entre los 38 y los 62 años de edad se han planteado como objetivos describir la evolución del asma, la rinitis y la sensibilización a alérgenos e identificar sus determinantes ambientales y genéticos.

Sin embargo, lo que llama la atención en nuestro país, según la “Guía Española para el Manejo del Asma 2009” (GEMA), es que hasta un 52 por ciento de las personas con asma no ha sido diagnosticada y que un 26 por ciento de ellas, a pesar de padecer síntomas frecuentes, no sigue ningún tipo de tratamiento. Esto es debido, en algunos casos, a que sus síntomas pueden ser confundidos con los de otras patologías, pero sobre todo a la falta de concienciación por parte de la población afectada. Cerca del 90% de las personas asmáticas aceptan los síntomas como parte normal de su vida cuando con el tratamiento y seguimiento correctos es posible el control del asma en la mayoría de los pacientes.

Además, el 47 por ciento de los pacientes sufre innecesariamente ya que no tiene un buen control de su enfermedad, lo que influye sensiblemente en su calidad de vida. Esta cifra, recogida en la Encuesta Europea de Salud y Bienestar (NHWS en sus siglas en inglés) realizada en 2008, no se entiende fácilmente ya que hoy en día se dispone de una medicación efectiva con la que se puede conseguir que hasta un 95 por ciento de las personas que padecen esta enfermedad puede llegar a tener una vida normal.

Estos son algunos de los datos que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) quiere recordar en la celebración, el próximo 4 de mayo, del Día Mundial del Asma, impulsado internacionalmente por GINA (Global Initiative for Asthma) y que cuenta con el auspicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En esta ocasión, el lema elegido en España por el área de Asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha sido “20 años ayudándote a respirar”, porque así celebran las dos décadas que estos especialistas llevan trabajando para dar a conocer a la población los avances en el conocimiento y tratamiento del asma. Asimismo, se persigue facilitar a los pacientes la educación y las destrezas necesarias para que la medicación alcance su máxima eficacia en cada paciente.

En este sentido, se ha realizado la nueva edición de la “Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA) 2009”, consensuada con los expertos de diferentes especialidades, poniendo al día los conocimientos y avances científicos sobre el asma. En la guía GEMA se hace hincapié, una vez más, en los dos dominios de control del asma, control actual y riesgo futuro, por la importancia que tiene mantener el control un largo periodo de tiempo.

Controlar el asma
Cuando no se consigue estabilidad en el control del asma, aumenta el riesgo de que los pacientes sufran síntomas, crisis repentinas, hospitalizaciones (cada día acuden 12.000 enfermos al hospital en Europa) o, incluso, que puedan fallecer. En este sentido, existen varios signos que alertan de que el asma no está controlado.

Así, es importante estar atento si se experimentan de manera regular síntomas de asma (ahogo, pitos, opresión torácica, tos, secreción bronquial); si el paciente tiene despertares nocturnos por esta causa (lo que le sucede a la mitad de los afectados por la enfermedad al menos una vez a la semana), si tiene crisis que requieran hospitalización, si tiene que recurrir con frecuencia a la medicación de rescate o si es incapaz de mantener niveles de actividad normales y, por ejemplo, se ve obligado a faltar al trabajo.

Controlar todas las manifestaciones de esta enfermedad, no sólo los síntomas, es por tanto uno de los objetivos pendientes para que el paciente asmático pueda llevar una vida normal. Para ello, el control del asma debe ser evaluado de forma periódica para garantizar el mejor tratamiento. Un cuestionario validado científicamente como el Test de Control del Asma (ACT) es el recomendado en las consultas rutinarias, junto con la espirometría, para conocer el grado de control de la enfermedad.

Asimismo, la variabilidad del control se asocia con un aumento en la probabilidad del uso de los recursos sanitarios. Según el estudio ASMACOST que analizó los costes directos e indirectos asociados a la enfermedad asmática, el coste anual del asma en nuestro país se calcula en 1.480 millones de euros al año, cantidad superior al del SIDA y la tuberculosis juntos.

En condiciones ambientales extremas: ¡Cuidado!
Las personas que padecen asma han de estar atentos, sobre todo, en situaciones diferentes a las habituales. Por ello, la “Guía del asma en condiciones ambientales extremas” hace una serie de recomendaciones para que estos pacientes puedan, por ejemplo, practicar deporte de forma segura.

En esa línea, hay que tener en cuenta momentos como los viajes en avión, las actividades subacuáticas o la montaña. El consejo general es mantener la enfermedad controlada y la medicación a mano y tener un plan de acción por escrito para el caso de que se produzca una crisis.

Respecto a la mortalidad por esta patología, existe una buena noticia ya que las tasas se han reducido en todos los grupos de edad. Así, según un estudio, publicado en Archivos de Bronconeumología 2009;45:123-8, que analizaba el período comprendido entre 1960 y 2005 se ha visto que la tasa de mortalidad pasó de ser del 9,6/100.000 habitantes a 2,22/100.000 en 2005. No obstante, este descenso de mortalidad no se correlaciona con un descenso de la prevalencia del asma, ya que el número de personas con asma ha aumentado en este periodo, según el artículo “Cambios de la prevalencia del asma en la población española del “Estudio Europeo de Salud Respiratoria (ECRHS-II)”, publicado en Archivos de Bronconeumología 2007;43:425-30.

Asma y Medio Ambiente
El estudio ISAAC (International Study of Asthma and Allergies in Childhood) en su fase III Española en 2005, encontró que la concentración media anual de dioxido de azufre (SO2) se asociaba de forma significativa a un incremento de el numero de de habitantes que padecían asma grave y reciente, rinitis y rinoconjuntivitis.


Si desea más información puede consultar:

http://www.diadelasma.com
http://www.gemasma.com
http://www.separ.es
http://www.asmayvida.com