El Rector Magnífico de la Universidad Pablo de Olavide, Juan Jiménez Martínez, ha analizado las posibilidades futuras de la biotecnología y la importancia de la transferencia de tecnología, en una nueva sesión del Foro Innovatec, que promueven el Parque Científico y Tecnológico Cartuja 93 y Cajasol. El conferenciante ha sido presentado por el secretario general de Universidades, Investigación y Tecnología de la Junta de Andalucía, Francisco Andrés Triguero Ruiz.
Después de definir la biotecnología como “la tecnología dirigida a la producción de bienes y servicios mediante la utilización de sistemas biológicos o de sus productos”, Juan Jiménez ha aludido al agotamiento y la degradación de los recursos materiales y energéticos del planeta como la causa que ha provocado el reto de soluciones nuevas de la biotecnología en diferentes campos tan fundamentales como la sanidad, la agroalimentación, el medio ambiente y la energía, entre otras. La capacidad técnica que tienen en la actualidad los científicos para modificar microbios, plantas y animales –la llamada naturaleza viva- abre un abanico de posibilidades a nuevas ingenierías como la ingeniería genética, bioquímica o celular.
Según los datos facilitados por el Rector de la Universidad Pablo de Olavide, la biotecnología es una actividad en pleno crecimiento en España, ya que existen más de 500 empresas relacionadas con esta ocupación. Otro dato interesante es la ubicación puesto que la mayoría están concentradas en Cataluña (23,67%), Madrid (15,33%) y Andalucía (10,32%), aunque -en los dos últimos años- las regiones que han liderado el crecimiento de empresas han sido Cataluña (27%) y Andalucía (20%).
La actividad tecnológica está muy ligada a la investigación científica y a la transferencia tecnológica. Según los datos ofrecidos por Julio Jiménez, España es el cuarto país de la UE en producción científica en el área de Biotecnología, contando con la fuerza de 9.000 investigadores repartidos por universidades, centros públicos y hospitales, que “representan el 75% de los investigadores españoles en Biotecnología, lo que sumado al creciente número de doctores y licenciados, nos sitúa como una potencia biotecnológica, con la tasa de crecimiento más alta del sector en Europa”.
Aunque estos números son esperanzadores, las cifras prácticas del mercado europeo y norteamericano reflejan una realidad muy distinta. Las patentes por millón de habitantes son diez veces menor en nuestro país que en la media europea o el porcentaje de capital riesgo invertido en biotecnología es del 0,3% en España mientras en Europa es del 2,3% y en Estados Unidos del 17,3%.
Seguidamente, Julio Jiménez ha indicado que la transferencia de los resultados de investigación al sector productivo es clave en biotecnología y ha solicitado la creación de un nuevo capital de riesgo que se acerque más a la teoría del juego que del riesgo en sí mismo –capital lotería- para incentivar la inversión por parte de los empresarios, además de multiplicar el mecenazgo y la filantropía.
El rector de la Universidad Pablo de Olavide ha concluido su intervención señalando que “desde nuestro centro estamos poniendo en práctica muchas iniciativas en la realización de proyectos de investigación por parte de los estudiantes de Biotecnología, dirigidos a la creación de su propia empresa”, además de requerir la construcción de un parque científico-biotecnológico con la ayuda de posibles ayuntamientos interesados y la Junta de Andalucía.
Universidad Pablo de Olavide
Creada en el año 1997, la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla se concibe como una institución de formación superior que, mediante la docencia, el estudio y la investigación, promueve la formación de hombres y mujeres del mañana. Como instrumento de transformación social que orienta y contribuye al desarrollo económico, y al progreso cultural y científico de Andalucía, la Universidad Pablo de Olavide se integra plenamente en el conjunto de las Universidades públicas andaluzas, según la Ley de Coordinación del Sistema Universitario Andaluz.
Su estructura académica y organizativa le permite responder con garantía a los retos científicos, técnicos y culturales a los que se enfrenta la sociedad actual, y ofrecer soluciones adecuadas con la máxima calidad docente e investigadora. Sus líneas de actuación tienden al desarrollo de nuevas tecnologías; la configuración de la enseñanza desde el diseño integrado de los planes de estudio; la atención a líneas prioritarias de investigación; el desarrollo relevante de las actividades de postgrado tanto en su vertiente doctoral como en la especialización y el reciclaje profesional; la apertura a la cooperación internacional, además de una organización participativa y dinámica.
Plenamente integrada en el ámbito europeo, la Universidad Pablo de Olavide se convierte a la vez en puente hacia América Latina, en el convencimiento de que las relaciones interuniversitarias son un camino que conduce al progreso de los pueblos a los que Andalucía se siente estrechamente unida.
Después de definir la biotecnología como “la tecnología dirigida a la producción de bienes y servicios mediante la utilización de sistemas biológicos o de sus productos”, Juan Jiménez ha aludido al agotamiento y la degradación de los recursos materiales y energéticos del planeta como la causa que ha provocado el reto de soluciones nuevas de la biotecnología en diferentes campos tan fundamentales como la sanidad, la agroalimentación, el medio ambiente y la energía, entre otras. La capacidad técnica que tienen en la actualidad los científicos para modificar microbios, plantas y animales –la llamada naturaleza viva- abre un abanico de posibilidades a nuevas ingenierías como la ingeniería genética, bioquímica o celular.
Según los datos facilitados por el Rector de la Universidad Pablo de Olavide, la biotecnología es una actividad en pleno crecimiento en España, ya que existen más de 500 empresas relacionadas con esta ocupación. Otro dato interesante es la ubicación puesto que la mayoría están concentradas en Cataluña (23,67%), Madrid (15,33%) y Andalucía (10,32%), aunque -en los dos últimos años- las regiones que han liderado el crecimiento de empresas han sido Cataluña (27%) y Andalucía (20%).
La actividad tecnológica está muy ligada a la investigación científica y a la transferencia tecnológica. Según los datos ofrecidos por Julio Jiménez, España es el cuarto país de la UE en producción científica en el área de Biotecnología, contando con la fuerza de 9.000 investigadores repartidos por universidades, centros públicos y hospitales, que “representan el 75% de los investigadores españoles en Biotecnología, lo que sumado al creciente número de doctores y licenciados, nos sitúa como una potencia biotecnológica, con la tasa de crecimiento más alta del sector en Europa”.
Aunque estos números son esperanzadores, las cifras prácticas del mercado europeo y norteamericano reflejan una realidad muy distinta. Las patentes por millón de habitantes son diez veces menor en nuestro país que en la media europea o el porcentaje de capital riesgo invertido en biotecnología es del 0,3% en España mientras en Europa es del 2,3% y en Estados Unidos del 17,3%.
Seguidamente, Julio Jiménez ha indicado que la transferencia de los resultados de investigación al sector productivo es clave en biotecnología y ha solicitado la creación de un nuevo capital de riesgo que se acerque más a la teoría del juego que del riesgo en sí mismo –capital lotería- para incentivar la inversión por parte de los empresarios, además de multiplicar el mecenazgo y la filantropía.
El rector de la Universidad Pablo de Olavide ha concluido su intervención señalando que “desde nuestro centro estamos poniendo en práctica muchas iniciativas en la realización de proyectos de investigación por parte de los estudiantes de Biotecnología, dirigidos a la creación de su propia empresa”, además de requerir la construcción de un parque científico-biotecnológico con la ayuda de posibles ayuntamientos interesados y la Junta de Andalucía.
Universidad Pablo de Olavide
Creada en el año 1997, la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla se concibe como una institución de formación superior que, mediante la docencia, el estudio y la investigación, promueve la formación de hombres y mujeres del mañana. Como instrumento de transformación social que orienta y contribuye al desarrollo económico, y al progreso cultural y científico de Andalucía, la Universidad Pablo de Olavide se integra plenamente en el conjunto de las Universidades públicas andaluzas, según la Ley de Coordinación del Sistema Universitario Andaluz.
Su estructura académica y organizativa le permite responder con garantía a los retos científicos, técnicos y culturales a los que se enfrenta la sociedad actual, y ofrecer soluciones adecuadas con la máxima calidad docente e investigadora. Sus líneas de actuación tienden al desarrollo de nuevas tecnologías; la configuración de la enseñanza desde el diseño integrado de los planes de estudio; la atención a líneas prioritarias de investigación; el desarrollo relevante de las actividades de postgrado tanto en su vertiente doctoral como en la especialización y el reciclaje profesional; la apertura a la cooperación internacional, además de una organización participativa y dinámica.
Plenamente integrada en el ámbito europeo, la Universidad Pablo de Olavide se convierte a la vez en puente hacia América Latina, en el convencimiento de que las relaciones interuniversitarias son un camino que conduce al progreso de los pueblos a los que Andalucía se siente estrechamente unida.
